Donald Trump
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Desde juguetes, hasta ropa, zapatos y teléfonos celulares, los estadounidenses gastan US$ 500,000 millones anuales en productos procedentes de China, la cifra más alta en importaciones de cualquier país.

Eso significa que los precios de muchos de esos productos podrían aumentar como resultado del plan del presidente Donald Trump de imponer aranceles por hasta US$ 60,000 millones a las importaciones de China.

Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que intentarán minimizar cualquier incremento de precios para los consumidores estadounidenses. En su lugar, insinuaron el jueves que los aranceles se enfocarían principalmente en productos que adquieren las empresas, y no los consumidores: Computadoras, productos de tecnología de la información, maquinaria industrial y refacciones de aeronaves.

“Si lo hubieran hecho con la ropa, el calzado y los iPhones, eso habría tenido un impacto inmediato mayor”, dijo Chad Bown, alto miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional. “No parece que estén haciendo eso”.

Sin embargo, los analistas destacan que eventualmente muchas empresas pasarían los mayores costos de importación a los consumidores.

La mayoría de los electrodomésticos incluyen componentes eléctricos procedentes de China. Como los semiconductores y transistores en los paneles de pantallas táctiles y las alarmas en los refrigeradores, lavadoras y lavaplatos. Los automóviles también incluyen componentes de alta tecnología.

“Si ponen los aranceles en cosas que no se pueden ver, los consumidores podrían decir ‘No están poniendo aranceles en mi Ford Escort, o en mi refrigerador Maytag’, pero sí lo están haciendo”, dijo Robert Atkinson, presidente de la Fundación para la Innovación y la Tecnología de la Información, una asociación industrial.

Alrededor de 30 de las principales cadenas minoristas, incluyendo Big Lots, Costco, Gap y las tiendas departamentales Kohl’s escribieron una carta a la Casa Blanca a inicios de la semana para argumentar que “el recurso arancelario de aplicación extensa a las importaciones desde China” podría “perjudicar a los hogares estadounidenses”.

Por ahora, hay pocos detalles sobre los aranceles contra China. La Casa Blanca señaló que en un lapso de 15 días planea publicar una lista de los aranceles propuestos para tener comentarios públicos.

Pero funcionarios comerciales del gobierno federal han identificado como objetivos potenciales 1,300 líneas de producción con un valor aproximado de US$ 48,000 millones. La lista estará abierta durante un periodo de 30 días durante los cuales las empresas podrán comentar al respecto.

De acuerdo con cifras del gobierno, el año pasado Estados Unidos importó desde China US$ 70,000 millones en teléfonos celulares y partes relacionadas. También importó US$ 11,500 millones en calzado y casi US$ 21,000 millones en mueblería — en todos los casos más que de cualquier otro país. Estados Unidos también importó alrededor de US$ 27,000 millones en juguetes de la nación asiática.

Estados Unidos también adquiere de China una enorme cantidad de productos de alta tecnología: casi US$ 46,000 millones en computadoras, US$ 32,000 millones en partes y accesorios para computadora, y US$ 9,600 millones en semiconductores. Dichas cifras incluyen servidores de red adquiridos por empresas.

El jueves en Wall Street, el promedio industrial Dow Jones cayó más de 700 puntos después de que se anunciaron las sanciones contra China. Las compañías industriales y tecnológicas, que dependen en gran medida del comercio exterior, sufrieron algunas de las mayores pérdidas.

Atkinson advirtió que los aranceles podrían desacelerar el crecimiento económico de Estados Unidos debido a los productos de alta gama tecnológica y la maquinaria industrial que serían sancionados por el gobierno, son el tipo de equipo que tiende a impulsar la productividad de los trabajadores cuando las compañías invierten en ellos.

El recorte de impuestos corporativos que aprobó el gobierno de Trump está estructurado de tal manera que fomenta ese tipo de inversiones.

“Los consumidores recibirán un doble golpe”, advirtió Atkinson. “Pagarán más por productos que tengas estos componentes. Y pagarán más porque la economía de Estados Unidos no crecerá tanto”.