Unión Europea
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Los planes de la Unión Europea para una lista negra de lavado de dinero se estancaron después de las objeciones de todos menos uno de los 28 gobiernos del bloque, lo que reduce el riesgo de obstáculos regulatorios adicionales para los bancos del bloque que hacen negocios con Arabia Saudita y varios territorios de Estados Unidos.

La lista de jurisdicciones con controles inadecuados a las transacciones ilícitas y el financiamiento al terrorismo fue propuesta por la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, y rápidamente criticado por el Tesoro de EE.UU., que la considera el resultado de un proceso defectuoso.

Funcionarios representantes de los gobiernos nacionales del bloque se reunieron en Bruselas el viernes y acordaron pedir a la comisión revisar el procedimiento de redacción de la lista negra, dijeron personas familiarizadas con el asunto.

Los Estados miembro exigirán un “ proceso transparente y creíble" y una "lista que cumpla con nuestros altos estándares y, por lo tanto, fortalezca" las medidas para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, según un borrador de declaración conjunta visto por Bloomberg que se está debatiendo.

El comunicado será publicado la próxima semana, una vez todos los 28 gobiernos acuerden la redacción exacta.

El rechazo por parte de los gobiernos de la UE significa que la comisión tendrá que repensar su enfoque. Una portavoz del ejecutivo con sede en Bruselas negó que los Estados miembro del bloque y los gobiernos afectados no fueran consultados sobre la metodología y la redacción de la lista, mientras que declinó comentar el rechazo.

Debida diligencia
Si bien la lista actual puede no sobrevivir, los gobiernos de la UE han dicho que están decididos a eliminar el dinero sucio después de una serie de escándalos.

Varios de los bancos más grandes del bloque, incluyendo Danske Bank A/S, Deutsche Bank AG y Swedbank AB, han sido implicados en acusaciones de lavado de dinero, generando dudas sobre la calidad de la supervisión y la ejecución en todo el continente.

Según la propuesta de la comisión, los bancos y otras instituciones financieras tendrían que aplicar controles de debida diligencia a las operaciones con clientes de 23 "terceros países de alto riesgo", incluidos Samoa Americana, Guam, las Islas Vírgenes de EE.UU., Puerto Rico, Arabia Saudita y Panamá, para identificar mejor cualquier flujo de dinero sospechoso.

"El rechazo de los gobiernos es una farsa a expensas de la seguridad", aseguró el legislador de la UE Sven Giegold en un comunicado.

“Francia y Reino Unido quieren sacar a Arabia Saudita y otros países de la lista. España está protegiendo a Panamá. "EE.UU. está ejerciendo presión masiva por cuatro de sus jurisdicciones", dijo.