(AFP)
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Sin suficiente material de protección y tests del coronavirus, los médicos y otros trabajadores de la sanidad pública británica temen contraer la enfermedad cuando más se los necesita y poner en peligro a los pacientes vulnerables.

Un médico afirma estar "aterrado" por la falta de equipos de protección para el personal sanitario.

"Tal vez en mi caso no es grave -soy joven y tengo buena salud- pero no puedo soportar la idea de infectar a mis pacientes con una enfermedad que podría matarlos. Y ese es el riesgo", escribió en el periódico izquierdista The Guardian.

El personal sanitario "se preocupa menos por ellos mismos que por la propagación de la enfermedad a sus pacientes. Y también están preocupados porque no se les hace la prueba" del covid-19, dice a la AFP Rosena Allin-Khan, diputada laborista de Tooting, en el sur de Londres, y doctora en la urgencias del Hospital Universitario St George.

Los pocos tests disponibles se reservan por el momento a los enfermos más graves. Mientras tanto, la consigna a médicos y enfermeros que presentan síntomas del coronavirus es que permanezcan aislados durante dos semanas.

Si hubiera suficientes tests, "se podría mantener a la gente en el trabajo, si los resultados fueran negativos, en lugar de privarse de ellos porque tienen que ser confinados", dice un consultor anónimo del servicio de salud pública NHS.

Este médico del noreste de Londres también señala el peligro para los familiares del personal médico, que están muy expuestos y por lo tanto corren el riesgo de transmitir el virus.

“Al borde del colapso”

Ante la pandemia, el personal sanitario ha revisado sus métodos de trabajo.

"Se han suspendido todas las visitas de rutina, y estamos haciendo consultas telefónicas si podemos", dice Nathalie, una terapeuta ocupacional del servicio de salud pública en el centro de Inglaterra.

En cuanto a las visitas de urgencias, dice, "si el paciente no tiene síntomas, vamos y usamos un gel desinfectante para manos, si tiene síntomas, usamos una furgoneta y hacemos la visita en la parte 'limpia' de la furgoneta, usando un material de protección que luego se destruye".

A pesar de este protocolo, no se siente "particularmente" protegida. "Que la gente no presente síntomas no significa que no lo tenga, podrían andar con el virus sin que nadie lo supiera".

Un centro de salud en el norte de Durham ha estado recibiendo mascarillas quirúrgicas caducadas desde 2016, denunció el miércoles el diputado laborista Kevan Jones.

El primer ministro Boris Johnson respondió que hay "un enorme esfuerzo en marcha (...) para asegurar que tengamos un suministro adecuado de equipo de protección personal no sólo ahora sino durante toda la epidemia".

Pero esto no tranquilizó a la Asociación Médica Británica.

"Los empleados nos dicen que intentan comprar máscaras en las tiendas de bricolaje, desesperados porque no se las suministran sus empleadores. Esto es totalmente inaceptable", denunció la asociación.

La epidemia de coronavirus llega en un muy mal momento para el NHS, que ya se enfrenta a una escasez de personal.

Durante su campaña electoral, Johnson prometió 50.000 enfermeras más y la renovación o construcción de hospitales.

"Ya no teníamos suficientes médicos y enfermeras sobre el terreno", se lamenta Allin-Khan, señalando los años de austeridad presupuestaria bajo varios gobiernos conservadores. "Por lo tanto, es muy difícil añadir presión al NHS que ya está al borde del colapso".

Para aliviar la tensión en el servicio de salud, el gobierno prometió el jueves 2,900 millones de libras de financiación, parte de los cuales se utilizarán para acelerar el proceso de alta de los pacientes hospitalizados, con el objetivo de liberar 15,000 camas de hospital para finales de marzo.