Nicolás Maduro
Nicolás Maduro

Los esfuerzos de Estados Unidos por retirar del poder al ilegítimo presidente venezolano, , con sanciones a estadounidenses que compran y financian el petróleo de su país, hasta ahora han fracasado en parte debido a personas como Dragoslav Ilic, un serbio dueño de un negocio panameño que comercializa petróleo venezolano en la sombra y ayuda a apuntalar el régimen asediado.

En los cinco meses transcurridos desde que Washington aplicó sanciones a la estatal , los principales actores se han retirado del mercado, privando al gobierno de Caracas del efectivo que tanto necesita.

Pero media docena de desconocidos, como Ilic y su empresa MS Internacional Corporation, han entrado a achicar la brecha. De acuerdo con cuatro personas en la industria, Ilic ha realizado acuerdos por valor de US$ 130 millones con PDVSA, y envía el crudo principalmente a Asia.

Los nuevos comerciantes evitan las trampas de las sanciones en el sistema financiero global mediante el intercambio del petróleo y la reventa a terceros. MS Internacional intercambia el petróleo por gasolina y componentes de gasolina, lo que ayuda a Maduro a mantener la lealtad de sus seguidores mediante el suministro de combustible altamente subsidiado. Hasta hace poco, nadie en la industria había oído hablar de Ilic o su compañía.

A través de un abogado, Ilic se negó a ser entrevistado o comentar sobre su negocio con Venezuela.

"En conclusión, Venezuela necesita efectivo, diluyentes y gasolina porque carecen de combustibles", dice Jacques Rousseau, director gerente de Clearview Energy Partners LLC.

Pequeñas casas de comercio
Francisco Monaldi, profesor del Baker Institute de Rice University, dijo que los nuevos comerciantes le recuerdan a los que ayudaron al régimen a superar una huelga de petróleo en el 2002-2003. "Estas pequeñas casas de comercio están haciendo lo mismo, ayudando al régimen a obtener efectivo o gasolina o diluyentes para producir petróleo crudo", dijo por teléfono desde Houston.

Históricamente, la rama de refinación de PDVSA, Citgo Petroleum Corp., y las refinerías independientes Valero Energy Corp. y Phillips 66 eran los mayores compradores de petróleo venezolano en EE.UU.
Además de los nuevos comerciantes, la petrolera estatal rusa Rosneft, refinadoras indias y China también están ayudando a PDVSA a sobrevivir.

China y Rosneft han prestado en conjunto cerca de US$ 60,000 millones a PDVSA durante la última década a cambio de futuras entregas. La mayoría de los barriles que reciben se revenden a refinadoras en India e independientes en China.

Ilic figuró en titulares en Argentina hace una docena de años cuando fue acusado y absuelto de un escándalo de narcotráfico conocido como Viñas Blancas, en el que algunos de los acusados traficaban cocaína colombiana a Europa en botellas de vino.

Petróleo a Cuba
El régimen de Maduro depende en gran medida del petróleo, que representa 95% de todas las exportaciones venezolanas. El petróleo también va a Cuba, que proporciona agentes que protegen al presidente y le suministran inteligencia clave, según funcionarios estadounidenses.

Aunque Venezuela redujo los suministros a casi todos sus aliados en el Caribe, Cuba continúa recibiendo al menos tres cargamentos de petróleo por mes. Los buques que se dirigen a Cuba apagan sus transpondedores y navegan por el Caribe bajo el radar para evitar que el gobierno de EE.UU. los detecte, según muestran los informes de envío y los datos de seguimiento de barcos. China y Rusia también continúan recibiendo petróleo en forma de pago por viejas deudas.

Venezuela, uno de los fundadores de la OPEP y uno de los dos doce países más ricos del mundo en la década de 1970, tiene más reservas petroleras que cualquier otra nación. Hace dos décadas, en medio de la desilusión popular, Hugo Chávez fue elegido presidente y comenzó a mover al país hacia el socialismo, utilizando los ingresos de PDVSA para campañas políticas y proyectos favoritos. Olvidó reinvertir en equipamiento e infraestructura. La corrupción, una enfermedad siempre presente en Venezuela, aumentó.

La producción de petróleo ha caído desde un máximo de 3.71 millones de barriles por día a 741,000, ya que el país se ha sumido en una distopía de crímenes violentos y hambre, 4 millones de personas han huido y la preocupación internacional ha aumentado.

EE.UU. ha logrado que un grupo de más de 50 naciones reconozcan a Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional, como presidente interino legítimo, para hacer a Maduro a un lado. Pero Maduro aparece todavía firmemente en control.

Alguna vez fue un privilegio...
En un momento dado, comprar petróleo de Venezuela era casi un privilegio, según los comerciantes de larga data. Los compradores debían seguir un conjunto de reglas y no podían revender las cargas a otros comerciantes. Tenían que presentar una prueba, como un contrato, que mostraba qué refinador finalmente procesaría el petróleo.

Y se podía entregar petróleo a cualquier parte del mundo, a excepción de EE.UU.; el mercado estadounidense pertenecía a PDVSA, pues de lejos era el mayor importador.

Actualmente, los compradores tienen la ventaja. Se ignoran las reglas de donde y a quien PDVSA vende. Refinerías estadounidenses como Valero, Phillips 66 y Chevron Corp., dejaron de comprar su petróleo. Grandes como Trafigura Group Ltd. y Lukoil PJSC también cortaron relaciones. Los negocios con MS Internacional y demás firmas llenan el vacío, dicen los comerciantes y funcionarios de la oposición.

"Sabemos que hay empresas que compran y venden petróleo a pesar de las sanciones de EE.UU.", dijo José Ignacio Hernández, fiscal especial del gobierno interino, en una entrevista en Nueva York.

"Maduro utiliza el apoyo que recibe de compañías que comercian el petróleo venezolano para comprar la lealtad de compañías y países como Cuba", dijo Ignacio.