Los funcionarios de la Unión Europea elevaron notablemente sus perspectivas para la economía de la eurozona y dijeron que existe un mayor riesgo de que la inflación se afiance, debido a que la relajación de las restricciones impuestas para contener el virus permite que la demanda se recupere.
La Comisión Europea aumentó su pronóstico de crecimiento para el bloque a 4.8%, desde un 4.3% previo, al tiempo que también predice un mejor desempeño en el 2022. En el primer trimestre, la economía ya tuvo un desempeño mejor que el proyectado inicialmente y datos recientes sugieren que ya se está produciendo un fuerte repunte en el consumo privado, dijo.
“La economía europea está regresando con fuerza”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en un comunicado. “Tendremos que vigilar de cerca el aumento de la inflación, que se debe sobre todo a una mayor demanda interna y externa”.
Los pronósticos subrayan el aumento de las preocupaciones sobre los precios al consumidor incluso en la eurozona, donde el riesgo de contratiempos en la recuperación provocó que el Banco Central Europeo siguiera un camino cada vez más solitario con estímulos de emergencia. Contrapartes como la Reserva Federal están empezando a pensar en reducir ese apoyo.
La Comisión elevó sus perspectivas de inflación y ahora espera una tasa de 1.9% en el 2021, en comparación con el 1.7% previo. El aumento de los precios de la energía y las materias primas y los cuellos de botella de la cadena de suministro están contribuyendo a las presiones sobre los precios este año, aunque la inflación debería desacelerarse nuevamente en el 2022.
El crecimiento de los precios podría resultar más persistente de lo que se espera actualmente si los problemas de la cadena de suministro no desaparecen, mientras que el aumento de los precios de producción podría transmitirse a los consumidores y desencadenar un efecto de segunda ronda, dijeron las autoridades.
Los encargados de la política monetaria del BCE también han dicho que están observando de cerca las señales de aumento de los salarios. El alza de los precios del petróleo como consecuencia de una disputa sobre el suministro entre los países exportadores podría elevar aún más los precios y aumentar la volatilidad en los mercados financieros.
Los riesgos para las perspectivas de crecimiento se vieron subrayados por una caída inesperada en la producción industrial alemana informada el miércoles, la que se vio impulsada principalmente por el sector automotriz, que continuó sufriendo por la escasez de semiconductores, dijo el Ministerio de Economía en un comunicado.
Aun así, la Comisión dijo que espera que el fuerte repunte del consumo privado y la evidencia de una reactivación del turismo dentro de la UE “superen el impacto adverso de la escasez temporal de insumos y el aumento de los costos que afectan a partes del sector manufacturero”.
Variante delta
Una disminución de los contagios ha permitido a los Gobiernos aliviar gradualmente las restricciones a la economía, permitiendo que el atribulado sector de servicios se ponga al día con la manufactura, que se había mantenido bien durante las rondas más recientes de restricciones.
Sin embargo, la propagación de la variante delta del coronavirus, que es más transmisible, presenta una amenaza creciente. La Comisión citó las nuevas cepas como un riesgo clave y señaló que Portugal ya registró un fuerte aumento de nuevas infecciones, dominadas por la variante delta.
Un aumento en los casos de coronavirus podría conducir rápidamente a nuevas restricciones a los viajes y afectar particularmente al sur de Europa, que depende del turismo, agravando la divergencia de la recuperación económica en el bloque monetario. Probablemente también ampliaría la dependencia de la economía del apoyo fiscal y monetario.