El presidente del comité de organización de los Juegos Olímpicos de Tokio, Yoshiro Mori, dimitió después de sus comentarios sexistas que provocaron indignación en Japón y en el extranjero la semana pasada, pero las autoridades no han anunciado el nombre de su sucesor.
“Mi declaración inapropiada ha causado mucho caos... Deseo renunciar como presidente a partir de hoy”, dijo Mori, de 83 años, en una reunión del consejo ejecutivo de Tokio 2020 convocada para tratar sus comentarios.
“Lo importante es organizar los Juegos en julio, no hace falta que mi presencia se convierta en un obstáculo”, añadió el que fuera primer ministro de Japón (2000-2001).
La semana pasada Mori, conocido por su meteduras de pata verbales, declaró que las mujeres hablaban demasiado tiempo durante las reuniones de los consejos de administración, lo que consideraba “molesto”.
Se excusó torpemente al día siguiente durante una rueda de prensa, excluyendo dimitir. Esto produjo una avalancha de críticas en Japón y en el extranjero.
Deportistas, políticos y patrocinadores de los Juegos se quejaron, denunciando prácticas consideradas contrarias a la igualdad de sexos y a los valores del olimpismo.
Mori afirmó este viernes que respeta a las mujeres y que había invitado a que dieran su opinión a las siete miembros (de 35) del consejo de administración de Tokio 2020.
El Comité Olímpico Internacional (COI) acabó juzgando esta semana las declaraciones de Mori como “completamente inapropiadas”, tras un primer tiempo en el que señaló que el caso estaba cerrado con las disculpas del dirigente.
En un comunicado publicado este viernes, el presidente del COI Thomas Bach dijo “respetar y comprender” la decisión de Mori de partir, agradeciéndole el trabajo realizado desde su llegada en el 2014 a la cabeza de Tokio 2020.
Sucesión sin resolver
La gobernadora de Tokio Yuriko Koike, que criticó las palabras de Mori, le rindió homenaje este viernes por “todo el trabajo” que había realizado.
El presidente del Comité Internacional Paralímpico (CIP) Andrew Parsons le agradeció sus servicios, añadiendo que la reciente polémica contribuye a una sociedad que “pondrá el acento en la diversidad y en la inclusión”.
Mori sugirió el jueves que Saburo Kawabuchi, antiguo gran jefe del fútbol japonés, le sucedería.
Pero esta propuesta, hecha fuera de un proceso formal de nominación, ha provocado sorpresa en el país porque Kawabuchi (84 años) tiene más edad que Mori.
“No pienso que nominar a un hombre viejo como él va a convencer al público”, declaró este viernes al diario Asahi una fuente implicada en la organización de los Juegos.
Publicaciones hostiles al posible nombramiento aparecieron rápidamente en las redes sociales japonesas.
La manera en la que la candidatura de Kawabuchi fue anunciada por Mori muestra la cultura de poder muy masculina de Japón, señaló Kazuko Fukuda, militante de los derechos de la mujer.
“Las mujeres no están implicadas en el proceso de decisiones, las decisiones no son tomadas durante la jornada en las reuniones oficiales, sí en las veladas después del trabajo”, señaló Fukuda.
“Nada está decidido”, había declarado este viernes la ministra japonesa de los Juegos, Seiko Hashimoto, sobre la sucesión de Mori, algunas horas antes de su dimisión.
Varios medios sugieren que Hashimoto, antigua atleta con siete participaciones olímpicas y una de las dos mujeres en el gobierno, sería la favorita para reemplazar a Mori.
Otras dimisiones
El caso Mori es una nueva espina para la organización de los Juegos de Tokio (23 julio-8 agosto), con problemas para entusiasmar después del aplazamiento un año debido a la pandemia, mientras el contexto sanitario mundial sigue siendo preocupante.
Según varios sondeos, más del 80% de los japoneses desean un nuevo aplazamiento o una anulación del evento.
Los Juegos de Tokio ya estaban marcados por las dimisiones de dos personalidades de primer plano.
El ministro de los Juegos Yoshitaka Sakurada renunció en abril del 2019 por declaraciones consideradas despectivas sobre los habitantes de zonas devastadas por el tsunami de marzo del 2011.
Además declaró estar “decepcionado”, sin mostrar más compasión, cuando la nadadora Rikako Ike, gran esperanza japonesa, anunció que sufría leucemia.
Un mes antes el presidente del Comité Olímpico Japonés, Tsunekazu Takeda, anunció su salida oficialmente por su edad (71 años entonces). Pero estaba bajo presión después de que fuera imputado por la justicia francesa por haber sobornado a miembros del COI en el 2013 para que apoyaran la candidatura de Tokio.