Roman Abramovich, multimillonario ruso con empresas relacionadas con la industria del petróleo.
Roman Abramovich, multimillonario ruso con empresas relacionadas con la industria del petróleo.

El oligarca ruso bajo sanciones occidentales Roman Abramovich fue visto en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv el lunes, poco antes de que un avión vinculado a él despegara hacia Estambul.

Una fotografía obtenida por Reuters mostraba a Abramovich, propietario del club de fútbol británico Chelsea, sentado en el salón VIP del aeropuerto con una mascarilla en la barbilla.

Reuters no pudo verificar de forma independiente que el magnate realmente embarcó en el vuelo.

Abramovich, que también tiene la ciudadanía israelí y portuguesa, fue uno de los siete multimillonarios rusos añadidos a la lista de sanciones británicas el jueves como parte de los esfuerzos para aislar al presidente Vladimir Putin por la invasión de Rusia a Ucrania.

Mientras que este lunes los principales diplomáticos de los 27 países de la Unión Europea (UE) acordaron añadir a Abramovich a la lista de oligarcas rusos sancionados por el bloque. Abramovich ha negado que tenga vínculos estrechos con Putin.

Una persona con conocimiento del asunto dijo a Reuters que el avión usado por Abramovich voló a Ben Gurion a última hora del domingo desde Moscú. El sitio web de seguimiento de vuelos Radarbox dijo que el avión, que tiene el número de cola LX-RAY, despegó el lunes hacia Estambul.

Abramovich ya ha sido objeto de sanciones por Reino Unido, Canadá y otros países junto con otros oligarcas rusos por su supuesta estrecha relación con Putin, y la decisión de la UE llega después de que la Premier League le despojara el sábado del permiso de dirigente del Chelsea, otro paso más tras la congelación de sus activos por parte del Gobierno británico.

La inclusión de Abramovich en la nueva lista de sancionados coincide con la apertura de una investigación por parte de Portugal para comprobar si existieron irregularidades en la concesión de la nacionalidad que se le otorgó como descendiente de judíos sefardíes.

Con todo, la presencia del magnate en Israel avivó la polémica, después de que medios y analistas alerten de que el país se pueda convertir en un refugio fiscal para oligarcas rusos de origen judío que busquen instalarse e invertir para eludir las sanciones internacionales.

El Estado judío no ha impuesto por ahora sanciones a Rusia, con el que mantiene una postura “mesurada” por su alianza de seguridad en Oriente Medio, y varios multimillonarios judíos asociados por su cercanía al Kremlin tienen desde hace años pasaporte israelí.

Más allá de importantes inversiones e iniciativas empresariales en el país, algunos también han aportado importantes donaciones económicas a proyectos sin ánimo de lucro de distinta índole, tanto en Israel como entre el resto del mundo judío.

Por su parte, Abramovich se hizo con la ciudadanía israelí en el 2018 y se convirtió en la segunda persona más rica del país.

Dos días antes de la invasión de Ucrania, realizó una donación millonaria al Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem, pero la institución decidió renunciar al dinero y anunció que cortaba sus lazos con el magnate dos semanas más tarde.

Estados Unidos ha instado recientemente a Israel a sumarse a las sanciones contra Rusia y sus oligarcas.

El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, aseguró que “Israel no será una vía para eludir las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y otros países occidentales”.

Según concretó, varios ministerios como Exteriores, Finanzas, Economía o Energía están revisando este asunto junto con el Banco de Israel o la Autoridad de Aeropuertos.