“Es evidente que no alcanzaremos al 60%”, indicó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, al referirse al objetivo fijado en la primavera por Vladimir Putin. (Foto: REUTERS).
“Es evidente que no alcanzaremos al 60%”, indicó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, al referirse al objetivo fijado en la primavera por Vladimir Putin. (Foto: REUTERS).

fracasará en su objetivo de vacunar al 60% de su población contra el COVID-19 durante el otoño boreal, admitió el Kremlin, en tanto el país registró este martes su mayor número de muertes en un sólo día.

“Es evidente que no alcanzaremos al 60%”, indicó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, al referirse al objetivo fijado en la primavera por Vladimir Putin.

“El número de personas que quieren vacunarse recién comenzó a aumentar en esta semana”, añadió Peskov, sin brindar cifras.

En Rusia la población desconfía de las vacunas desarrolladas en el país, como la Sputnik V, lo que en parte explica este fracaso.

“Constatamos un aumento significativo da la tasa de vacunación”, indicó Mijaíl Murashko, ministro de Salud, añadiendo que 23 millones de rusos, sobre 146 millones, han recibido al menos una dosis, pero sin especificar el índice de crecimiento de inoculación que esto representa durante un periodo determinado.

Afirmó además que actualmente hay disponibles en el país suficientes dosis como para inmunizar a 32 millones de personas.

Numerosas regiones, que enfrentan una tercera oleada epidémica que se extiende por Rusia desde mediados de junio, han hecho la vacunación obligatoria para determinados grupos de la población, en particular de acuerdo a categorías profesionales.

“Son cada vez más los ciudadanos que han tomado conciencia” de la necesidad de vacunarse, había comentado el portavoz del Kremlin.

Para las autoridades sanitarias, se trata de la única respuesta para frenar de manera duradera al coronavirus y su variante Delta, aparecida en India, y responsable de la tercera oleada en Rusia.

Plusmarcas

El gobierno informó este martes que un total de 652 personas murieron por COVID-19 en las últimas 24 horas, cifra récord desde el inicio de la epidemia.

“Hay 182,000 camas (de hospital) y 151,000 pacientes están siendo atendidos”, dijo en la reunión gubernamental consagrada al nuevo aumento de contagios debido a la variante Delta de la pandemia, señaló Murashko. Se trata del 83% de las camas disponibles en el país. “La situación es tensa, sobre todo en las grandes ciudades”, añadió.

San Petersburgo, la segunda ciudad y que acogerá el viernes un partido de los cuartos de final de la Eurocopa de fútbol, registró 119 fallecidos.

Moscú, principal foco de contagios y decesos, contabilizó 121 muertos este martes.

La situación moscovita continúa siendo “extremadamente difícil”, señaló el alcalde, Serguéi Sobianin, quien informó sobre casi 15,000 camas ocupadas, considerando este nivel “extremadamente alto, dado que una parte importante (de los pacientes) están en situación grave o muy grave, en cuidados intensivos”.

“Las autoridades han constatado 20,616 nuevos contagios en un solo día en todo el país.

En total, Rusia ya lamenta 134,545 muertes, lo que lo convierte en el país europeo más afectado, de acuerdo a estadísticas gubernamentales. Sin embargo, la agencia de estadísticas Rosstat, que tiene una definición más amplia respecto a muertes vinculadas al COVID-19, ya registraba a fines de abril unas 270,000 muertes.

Sobianin ha impuesto restricciones en las últimas dos semanas en la capital, las primeras en casi seis meses, pero al igual que durante la oleada invernal, rechaza cualquier tipo de confinamiento estricto para preservar la economía.

En un intento de contener la epidemia, Moscú volvió a imponer el teletrabajo para al menos el 30% de los empleados no vacunados, hizo obligatoria la vacunación de los trabajadores del sector servicios y creó una tarjeta sanitaria para los restaurantes.

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