Policías armados caminan en Falmouth mientras se llevan a cabo los preparativos para la cumbre de líderes del G7, Cornualles, Gran Bretaña, 10 de junio de 2021. (Foto: Reuters/ Phil Noble)
Policías armados caminan en Falmouth mientras se llevan a cabo los preparativos para la cumbre de líderes del G7, Cornualles, Gran Bretaña, 10 de junio de 2021. (Foto: Reuters/ Phil Noble)

El G7, que este fin de semana celebra en el suroeste de Inglaterra su primera cumbre en dos años, es un grupo informal de grandes potencias creado en 1975, inicialmente para hablar de economía y que fue ampliando su alcance.

Suele abordar temas como la paz, el medio ambiente y la seguridad, y este año debe dedicar un lugar importante a la pandemia de coronavirus.

La cumbre del 2020, prevista en Estados Unidos, fue cancelada debido a la crisis sanitaria mundial.

La reunión se celebra anualmente en el país que tiene la presidencia rotatoria. Los miembros del G7 son Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.

La última edición se celebró en agosto del 2019, cuando los jefes de Estado y de gobierno se reunieron en Biarritz, en el suroeste de Francia, en un contexto de fuertes tensiones entre el entonces presidente estadounidense Donald Trump y sus aliados occidentales.

Aunque las reuniones suelen terminar con una declaración conjunta, el ambiente entre los países miembros es a veces tenso, como en el 2018 en Canadá, cuando Trump se negó a firmar las conclusiones que, sin embargo, había aceptado.

Reino Unido posBrexit

La cumbre de este año se celebra del viernes al domingo en la costa inglesa, en la turística localidad costera de Carbis Bay.

Debe ser una oportunidad para que su anfitrión, el primer ministro conservador Boris Johnson, promocione su idea de una “Gran Bretaña global” posBrexit, destinada a propulsar la influencia internacional del Reino Unido tras su salida completa de la Unión Europea el pasado 31 de diciembre.

Los debates estarán dominados por las consecuencias de la pandemia, la recuperación económica y las campañas de vacunación, que tienen un ritmo desigual en diferentes partes del mundo.

El cambio climático también ocupará un lugar destacado en la agenda, antes de la celebración en noviembre de la COP26 en la ciudad escocesa de Glasgow.

Entre las prioridades de la presidencia británica estarán también reforzar la cooperación comercial y el multilateralismo tras los años Trump y mejorar el acceso de las niñas a la educación.

En el principio era la economía

La primera reunión se celebró en la localidad francesa de Rambouillet en 1975, tras la crisis petrolera. Seis países -Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos- participan en este “G6”, al que en 1976 se unió Canadá para formar el “G7”.

Fue por iniciativa del presidente francés Valéry Giscard d’Estaing, quien propuso que los dirigentes se reunieran cada cierto tiempo como ya solían hacer los ministros de Finanzas.

Del G7 al G8

Durante los años 1980, la crispación de las relaciones entre el Este y el Oeste dio un cariz más político a las reuniones.

La cumbre de Williamsburg, en 1983 en Estados Unidos, adoptó por primera vez una declaración sobre la seguridad en Europa. Ese texto de apoyo a la política del presidente estadounidense Ronald Reagan respecto a Moscú se aprobó pese a las reservas del francés François Mitterrand.

La disolución de la Unión Soviética a finales de 1991 cambió las cosas. Rusia fue invitada en 1992 y a partir de 1998 participó en las cumbres del grupo, rebautizado como “G8”.

Un club polémico

A partir de 1999 se sucedieron las crisis financieras y el G8 fue acusado de ser “un club de ricos”. Empezaron entonces a reunirse con países emergentes, como China, Brasil o Sudáfrica, con una nueva configuración, el “G20”, para intentar resolver o evitar estas crisis.

En el 2001, la cumbre de Génova en Italia estuvo marcada por enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y activistas antiglobalización. Un joven italiano murió de una bala en la cabeza disparada por un carabinero y más de 500 personas resultaron heridas.

También hubo manifestaciones en otras cumbres, bajo estrecha vigilancia policial.

Rusia, expulsada

En el 2014, Rusia, bajo la presidencia de Vladimir Putin, fue expulsada del G8 tras la anexión de la península ucraniana de Crimea y sometida a sanciones. La cumbre del G8 prevista ese año en Rusia se anuló y el G8 volvió a ser G7.

Trump se pronunció a favor del regreso de Rusia, pero sin obtener mucho respaldo entre sus aliados, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró la posibilidad.

El nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, se reunirá en su primera cumbre con Putin poco después del G7, el 16 de junio en Ginebra.

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