muro de Trump
muro de Trump

Por James Stavridis

El presidente Donald Trump publicó en Twitter un mensaje el otro día que fue, como ocurre frecuentemente, un poco ambiguo:Donald J. Trump @realDonaldTrumpCon los $700 y $719K millones de dólares para nuestro ejército, se han creado empleos y nuestro Ejército e…https://t.co/sF9ouOGHwlTwitter: Donald J. Trump en Twitter
¿La M en el tuit original en inglés significa Ejército (Military)? ¿México? ¿El líder del Servicio Secreto Británico? ¡Llamemos a Judi Dench!

Informes publicados la semana pasada aclararon que Trump de hecho está contemplando la desviación de parte del presupuesto de US$ 700 millones del Pentágono para financiar su querido "hermoso gran muro" en la frontera sur.

Esto claramente tiene sentido para un presidente acostumbrado a hacer casi todo lo que quiere con un presupuesto. Y el dinero - alrededor de US$ 30,000 millones para empezar - sin duda está en la caja del Pentágono. Pero, para empezar, afectaría otra promesa de campaña muy repetida: reconstruir una Armada de 350 barcos. Esa suma es suficiente para construir 15 destructores Arleigh Burke que son muy necesarios.

Además, si el presidente intentara usar fondos de defensa para construir su muro, sin duda enfrentaría importante resistencia política y legal del Congreso desde ambos partidos. Los legisladores claramente solo han autorizado US$1.600 millones para el muro, no el costo total. Como dice el dicho en Washington, "El Poder Ejecutivo propone, el Congreso dispone".

Más allá de las travesuras presupuestarias, construir un muro de la forma en que Trump lo ha descrito tan a menudo -como una estructura singular que se extiende desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México- sería un error por varios motivos prácticos.

Comencemos con los costos. Naturalmente, las estimaciones varían, pero informes de hace aproximadamente un año colocan el precio en algún lugar entre US$ 30,000 millones y US$ 70,000 millones, con costos anuales de mantenimiento de hasta US$ 200 millones. Y, a pesar de la ridícula afirmación de Trump de que México pagaría por el muro, parece bastante claro que los contribuyentes estadounidenses pagarían la factura.

En segundo lugar, es una pésima idea en términos de nuestras relaciones con nuestros vecinos del sur. Nos guste o no, hay fuertes percepciones en toda América Latina y el Caribe que EE.UU. ha sido a veces un socio arrogante e irresponsable a lo largo de gran parte de nuestra historia compartida. EE.UU. ha invadido países de la región docenas de veces el último siglo y medio, desde México a Haití, Nicaragua y la República Dominicana.

Cuando era comandante del Comando Sur de EE.UU., a cargo de todas las operaciones militares al sur de la frontera, pasé tres años viajando a todos los países de la región. Los estadounidenses tienden a no recordar su historia de intervención, pero créanme, está en la memoria viva en el mundo hacia el sur.

Construir un enorme muro fronterizo envía una señal de que realmente pensamos en América Latina y el Caribe como el "patio trasero de Estados Unidos", una expresión profundamente ofensiva para los que viven allí.

Con el tiempo, el muro dañaría las relaciones con muchos países, especialmente México, el socio comercial más grande de EE.UU. en la región. Lo que EE.UU. necesita es cooperación del sur para abordar el flujo de extranjeros ilegales, el contrabando de narcóticos, la trata de personas y muchos otros desafíos compartidos. Washingtonnecesita construir puentes, no muros, con sus socios en las Américas.

Una tercera razón para no construir el muro es que probablemente no tendrá un gran efecto práctico. Sí, podríamos construir una barrera de 30 pies (10 metros) de alto y casi 2.000 millas (3.200 kilómetros) de largo, pero esta es la noticia: en el lado izquierdo inmediato de ese muro hay un océano. Lo sé porque soy almirante. Si la gente quiere llegar desesperadamente a EE.UU., navegará hasta aquí en un bote.

O cavará un túnel debajo del muro. Otros contrabandearán personas y bienes a través de puntos de cruce legales. Al famoso columnista del siglo XX H.L. Mencken se le atribuye la frase: "Siempre hay una solución conocida para cada problema humano: clara, plausible y equivocada". El muro es exactamente eso.Pensemos en lo que deberíamos estar haciendo.

He escrito antes sobre una estrategia para América Latina, pero para resumirla:

* Obtener un mejor control sobre nuestra frontera sur mediante una combinación de tecnología (vigilancia de vehículos no tripulados, sensores avanzados); diplomacia e inteligencia; y preservar el TLCAN después de una renegociación razonable.

* Trabajar estrechamente con Brasil, Colombia y la Organización de Estados Americanos sobre la crisis política y económica en Venezuela.

* Expandir nuestra cooperación regional antinarcóticos a través de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial del Comando del Sur en Key West, Florida.

* Construir fuertes relaciones entre fuerzas armadas a través de ejercicios y asociaciones de formación (en particular, utilizando la Guardia Nacional y Guardacostas).

* Convertir la base militar de la Bahía de Guantánamo en un centro regional para alivio de desastres y control de migración ilegal en el mar. (Y pensar en encontrar finalmente una ubicación alternativa para sus detenidos, probablemente una prisión “supermax” de máxima seguridad en EE.UU.)

* Continuar expandiendo nuestros lazos diplomáticos y económicos con Cuba - que con el tiempo será la sentencia de muerte para la última dictadura pura en la región.

Todo eso requerirá mano de obra y dinero. Pero una estrategia integral para América Latina y el Caribe sería mucho menos costosa que las inversiones que hemos hecho en el extranjero en otras áreas más distantes, y afectarían mucho más directamente los intereses nacionales de EE.UU.

Entonces, señor presidente, no construya ese muro; en cambio, usemos el presupuesto de defensa sabiamente en la región para mejorar la posición estratégica de EE.UU.