Huawei
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La decisión del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), , de poner en la a podría frustrar las esperanzas de realizar más fusiones transfronterizas en la industria de semiconductores.

El viernes, la administración prohibió a las empresas estadounidenses suministrar componentes al fabricante chino de equipos de telecomunicaciones, a los que acusa de ayudar a Pekín a espiar. Sin embargo, la incertidumbre sobre el alcance de dicha orden repercutió en que los fabricantes de chips en Europa también decidieron suspender los suministros a .

Por ahora, las medidas tomadas por Infineon Technologies AG de Alemania y otros son precautorias mientras se analizan los detalles más precisos de la prohibición. Las empresas no están seguras si la restricción se extiende a las operaciones estadounidenses de las empresas europeas. (Infineon dijo el lunes más tarde que continuaría enviando pedidos no afectados por el veto a Huawei).

El impacto directo será, en cualquier caso, limitado: es probable que Huawei represente menos del 5% de los ingresos totales para Infineon y su rival franco-italiano, STMicroelectronics NV.

Lo más significativo es si la prohibición de EE.UU. incita al Ministerio de Comercio de China a adoptar una postura más estricta para aprobar futuras adquisiciones por parte de los fabricantes de chips.

El hecho de no firmar la adquisición de NXP Semiconductors NV, avaluada en US$ 44,000 millones, por parte de finalmente rompió el acuerdo el año pasado. La motivación del regulador parece haber sido casi completamente política, ya que la decisión se tomó en medio de la creciente entre EE.UU. y China.

El problema para Pekín será si queda claro que una empresa europea bajo una cobertura significativa de EE.UU. debe adherirse a la lista negra. Esto significaría que cualquier adquisición transfronteriza que involucre a una entidad estadounidense podría poner en peligro el acceso de las empresas chinas a los productos de esas compañías. La mejor manera de eliminar ese riesgo sería, por lo tanto, que China bloquee cualquier acuerdo que se acerque.

La primera prueba de esta medida será la adquisición por parte de Nvidia Corp. por US$ 6,900 millones de la israelí Mellanox Technologies Ltd.

La adquisición, firmada en marzo, es un indicador para la consolidación de los semiconductores, que se detuvo en seco después de que la transacción Qualcomm-NXP se desmoronara. Si China no aprueba la compra por parte de la firma estadounidense del fabricante de equipos de centros de datos, las perspectivas de más adquisiciones se debilitarán.

Una prueba mayor sería si uno de los tres fabricantes de chips europeos más grandes, Infineon, STMicro y NXP, decidiera fusionarse. Carecen de la escala de los gigantes de EE.UU. Intel Corp. o Qualcomm, y han surgido rumores intermitentes sobre la consolidación.

Más recientemente, Bloomberg News informó en agosto que Infineon se acercó a STMicro para una posible adquisición. El primero tiene una presencia significativa en EE.UU. y China es el mercado más grande para ambas empresas. Ese tipo de acuerdo sin duda tendría que ser presentado a los reguladores en Pekín.

Los abogados de las empresas están luchando para determinar la magnitud exacta de la prohibición de suministro. No obstante, parece que la decisión del gobierno de Trump podría consolidar una balcanización que se extiende más allá de las fronteras de China.

Por Alex Webb

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.