Tras el asalto de partidarios del presidente Donald Trump al Capitolio el miércoles, muchos gobiernos se han deshecho de cualquier inhibición a la hora de lanzar críticas fulminantes a un presidente estadounidense en funciones. (Foto: AFP)
Tras el asalto de partidarios del presidente Donald Trump al Capitolio el miércoles, muchos gobiernos se han deshecho de cualquier inhibición a la hora de lanzar críticas fulminantes a un presidente estadounidense en funciones. (Foto: AFP)

Para las naciones de la Unión Europea (UE), la toma de posesión de el 20 de enero como el próximo presidente de Estados Unidos no llega suficientemente rápido.

Tras el asalto de partidarios del presidente al el miércoles, muchos gobiernos se han deshecho de cualquier inhibición a la hora de lanzar críticas fulminantes a un presidente estadounidense en funciones. Varios ya ven a su rival como un faro de esperanza para reconstruir los lazos transatlánticos que se han derrumbado en los últimos cuatro años.

“El presidente Trump ya es cosa del pasado”, dijo el primer ministro portugués Antonio Costa, que ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

Su canciller, Augusto Santos Silva, agregó: “Créanme, a partir del 20 de enero, Estados Unidos volverá a la escena mundial y la alianza entre Europa y Estados Unidos, incluido el Reino Unido, estará nuevamente en su lugar”.

Ese optimismo fue compartido en gran parte del bloque de 27 naciones.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que Italia “está ansiosa por trabajar junto con el presidente Biden”.

Pero en este momento no está claro hasta dónde la política exterior estadounidense ha cambiado fundamentalmente de una manera que Biden pueda, o quiera, rectificar. Y como demostraron los disturbios históricos del miércoles en el Congreso estadounidense, podría tener que concentrar una cantidad abrumadora de su energía en casa.

Sin embargo, dos movimientos relativamente simples de Washington complacerían a Bruselas: regresar al acuerdo climático de París para frenar el calentamiento planetario, y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El presidente Barack Obama sumó a Estados Unidos al acuerdo de París, pero Trump lo retiró unilateralmente, para consternación de los europeos. Lo mismo ocurre con la OMS, a la que Biden también prometió volver a unirse.

“Uno de los primeros gestos de Biden será incluir a Estados Unidos en el acuerdo de París, y esto permitirá enfrentarnos a la realidad del cambio climático”, dijo Costa.

El primer ministro portugués también espera que el presidente entrante revitalice la posición de su país en organismos multilaterales como Naciones Unidas.

“Esto significará que hay esperanza”, dijo.