(Foto: AFP)
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El presidente estadounidense, , dijo el jueves que Estados Unidos está “muy cerca” de un “gran acuerdo” con China, cuando faltan tres días para la entrada en vigor de nuevos aranceles en el marco de la feroz guerra comercial entre ambas potencias.

“Estamos MUY cerca de un GRAN ACUERDO con China. Ellos lo quieren, ¡y nosotros también!”, tuiteó el mandatario, cuyo gobierno prevé imponer el domingo nuevos aranceles a productos chinos, como electrónica y ropa deportiva.

El entusiasmo del mandatario provocó una rápida recuperación en la Bolsa de Nueva York, que había comenzado la jornada en rojo.

Pekín dijo el jueves que los negociadores de los dos países mantuvieron una “comunicación estrecha”, sin más detalles.

Las tensiones entre los dos países ya llevan 19 meses, en los que ambos se impusieron mutuamente aranceles adicionales sobre cientos de miles de millones de dólares en el comercio bilateral anual.

El posible anuncio de un acuerdo comercial con Pekín en los próximos días permitiría al presidente republicano alardear de sus habilidades de negociación, antes de la acusación en la Cámara de Representantes por el caso de Ucrania, que se espera para la próxima semana.

La Casa Blanca no ha dado detalles sobre qué significa el “gran acuerdo” al que se refirió el presidente estadounidense.

Washington y Pekín están negociando un acuerdo preliminar bajo el cual China aumentaría las compras de productos agrícolas estadounidenses. A cambio, Estados Unidos renunciaría a nuevos aumentos arancelarios a los productos chinos previstos para el 15 de diciembre.

La amenazado de Estados Unidos consiste en imponer un gravamen del 15% a las exportaciones chinas por 156,000 millones. China había dicho que respondería con un arancel del 25% a los automóviles estadounidenses y un arancel del 5% a las piezas de vehículos, impuestos que se suspendieron a principios de este año como un gesto de buena voluntad.

Pero el acuerdo, anunciado como inminente durante varias semanas por la administración de Trump, tarda en concretarse.

La , que afecta a las empresas chinas orientadas a la exportación, ahora amenaza el crecimiento del gigante asiático. En el tercer trimestre la expansión cayó al 6% interanual, su nivel más bajo en 27 años.