Citgo
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Citgo, refinería estadounidense propiedad de Venezuela, evitó un cierre total luego de que el Tesoro de EE.UU. extendiera su licencia para realizar negocios con personas y compañías del país norteamericano, un paso fundamental para que la empresa de Houston continúe operando.

Sin la extensión las operaciones de Citgo --que ahora está en manos de la oposición venezolana encabezada por Juan Guaidó-- se detendrían ya que la compañía no podría vender combustibles a compañías estadounidenses o incluso comprar un bolígrafo a una persona de esa nación. Aquello amenazaría con eliminar alrededor del 4% de la capacidad de producción de combustible en EE.UU.

La prórroga era algo que se esperaba y permitirá a Citgo "operar de manera rentable sin demasiados problemas", comentó el viernes en una entrevista telefónica Francisco Monaldi de la Universidad Rice, experto en políticas energéticas nacido en Venezuela.

En virtud de un conjunto de sanciones anunciadas a fines de enero Citgo, que en ese momento era indirectamente controlada por el gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro, tenía autorización para interactuar con compañías o personas estadounidenses hasta el 27 de julio.

El plazo se alargó 18 meses después de que un equipo designado por Guaidó, líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, tomara oficialmente las riendas de la compañía en febrero, de acuerdo con una licencia general emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro.

Citgo opera tres refinerías en EE.UU. con capacidad conjunta para procesar casi 755,000 barriles de petróleo diarios, aproximadamente el 4% del total de producción estadounidense. Asimismo, maneja más de 40 terminales petroleras en el país y vende combustibles a 5,300 estaciones de servicio de la misma marca.