(Foto: iStock)
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La vida retorna a los barrios de negocios de, ya hay fila en los bares de ensaladas al mediodía y grandes empresas llaman a sus empleados a trabajar en los rascacielos: las señales de una vuelta a la oficina se multiplican, aunque por ahora en modo “híbrido”.

Luego de 14 meses de teletrabajo generalizado a raíz de la y una gran campaña de vacunación, varias empresas emblemáticas de la capital económica estadounidense se preparan para un retorno presencial masivo de sus empleados.

El banco inició la movida al anunciar a fines de abril que sus empleados estadounidenses regresarán a la oficina en base a un sistema rotativo antes de inicios de julio.

Todas las oficinas estadounidenses de la empresa reabrirán sus puertas con un 50% de capacidad el 17 de mayo, dos días antes del levantamiento de la mayoría de las restricciones en Nueva York, que registra ahora una tasa de tests positivos alde un 2%.

Otro gigante financiero neoyorquino,pidió a sus empleados estadounidenses que se preparen para regresar a la oficina a partir del 14 de junio, según un memo enviado el martes pasado.

Los 80,000 funcionarios de la alcaldía de Nueva York, en tanto, iniciaron su retorno hace una semana.

Optimismo”

Estos anuncios parecen presagiar la aceleración del movimiento de retorno a la oficina en una metrópolis fuertemente golpeada por la pandemia en la primavera boreal del 2020 y que luego se tornó en un modelo de prudencia frente al coronavirus. Aunque la proporción de empleados que regresaron a la oficina era de 13% desde enero, a fines de abril superó el 16%, según la empresa Kastle, especializada en la seguridad de edificios.

“Hay claramente una tendencia al alza, pero muy progresiva”, dijo su presidente, Mark Ein. “Es una ola que crece lentamente”.

Si bien las tasas de ocupación neoyorquinas permanecen inferiores al promedio estadounidense, algunos ya prevén un fuerte aumento en los próximos dos meses.

“Asistimos a un cambio radical”, dijo Craig Deitelzweig, presidente de Marx Realty, empresa administradora de siete edificios en los barrios de Midtown y Wall Street, donde la tasa de ocupación superó la semana pasada el umbral del 30%, contra menos de 20% anteriormente.

“Antes, cuando preguntábamos a nuestros inquilinos cuándo regresarían, decían setiembre, ahora escuchamos junio o julio, incluso a veces mayo”, dijo.

También se han reanudado las visitas inmobiliarias de oficinas, con una fuerte demanda de espacios exteriores y ventanas que puedan abrirse, lo cual no es siempre el caso en los rascacielos de Manhattan.

“Antes miraba por la ventana y no veía a nadie en las aceras”, dijo Robert Byrnes, presidente del East Midtown Partnership, una asociación de empresas del barrio de negocios de Midtown, cuyo despacho está situado sobre la Tercera Avenida.

“Ahora no está lleno de gente, pero veo a decenas de personas. Hay claramente una sensación de optimismo”.

Empleados reticentes

No obstante, muchos empleados son reticentes a regresar a la oficina, sobre todo cuando deben hacer largos trayectos en transporte público.

Nadjeda Estriplet, responsable de relaciones humanas en una empresa de tecnología financiera, regresó el jueves pasado por primera vez a su oficina de Manhattan, a una hora de trayecto de su casa en Brooklyn. Cree que no hay por qué precipitar las cosas.

Además, ha optado por esperar al verano boreal para vacunarse contra el COVID-19, porque quiere observar el efecto de las vacunas.

Como muchas otras, su empresa ha sondeado a los empleados sobre sus preferencias y “se inclina por un funcionamiento híbrido” desde septiembre, con dos o tres días de presencia obligatoria en la oficina, dijo.

Jordan, de 34 años, a cargo de la clientela en una gran empresa financiera, espera poder seguir trabajando desde su casa al menos dos o tres días por semana para evitar dos horas diarias de trayecto.

Trabajar a domicilio le ha permitido “dormir mejor y comer más sano”.

Hasta ahora, su empleador no lo ha presionado. Pero espera con cierta aprehensión nuevas consignas próximamente.

Las empresas parecen ser conscientes de las dudas entre los empleados. En su memo, Goldman Sachs, donde jóvenes empleados denunciaron recientemente una sobrecarga de trabajo insana, abre la posibilidad de discutir su situación personal con su jerarquía.

Un 72% de los empleadores estadounidenses dicen estar abiertos a un modelo híbrido, pero generalmente a cambio de que los empleados estén en la oficina al menos 20 horas por semana, según un estudio publicado a fines de abril por la Universidad estatal de Arizona y la fundación Rockefeller.

Una flexibilidad que podría explicarse por sus dudas a exigir la vacuna. Menos de la mitad (44%) quiere “imponerla” a sus empleados; un 32% prefiere “alentarla”, según el estudio.