PDVSA. (Bloomberg)
PDVSA. (Bloomberg)

Refinerías en Estados Unidos están subiendo sus apuestas para tener acceso a variedades escasas de crudo necesarias para sus plantas más sofisticadas en momentos en que el Gobierno reconsidera aplicar sanciones más severas a , que podrían reducir aún más las importaciones petroleras.


Funcionarios del Gobierno del presidente Donald Trump se reunieron en los últimos días con ejecutivos de petroleras en Estados Unidos para presentar acciones potenciales en respuesta al inicio del nuevo e ilegal mandato del venezolano Nicolás Maduro el 10 de enero, en una elección que consideran ilegítima.


Entre otros pasos, los funcionarios estadounidenses han reconocido al Congreso venezolano, controlado por la oposición, como la única institución democrática legítima.


Pero las propuestas que más afectarían a la industria petrolera implican prohibir la exportación de productos refinados desde Estados Unidos a Venezuela o limitar las importaciones de petróleo, una medida que hasta ahora la Casa Blanca no ha tomado incluso tras sancionar a individuos y prohibir el acceso a la banca estadounidense.


"Es más serio de lo que he oído antes", dijo un ejecutivo de la industria refinadora familiarizado con las discusiones con la Casa Blanca. "Se están preparando para apretar el gatillo si es necesario".


Refinerías de Estados Unidos tienen pocas alternativas de suministro si el gobierno de Trump reduce las importaciones de crudo venezolano. Los crudos pesados preferidos por muchos refinadores del Golfo han sido más difíciles de conseguir en los últimos meses debido a recortes y reducciones en la producción de Canadá occidental, México y Venezuela.


Las compañías estadounidenses que dependen del petróleo venezolano se han opuesto a propuestas anteriores que detendrían las importaciones y lo hicieron nuevamente esta semana, dijeron varias personas cercanas a las conversaciones.


Dos grandes refinadores -Phillips 66 y PBF Energy - cortaron las compras directas de crudo a la estatal venezolana PDVSA el año pasado, según datos de la Administración de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés).


Asesores latinoamericanos advirtieron a Washington que las sanciones petroleras podrían ser contraproducentes al hacer que Estados Unidos parezca estar forzando un cambio político en Venezuela, dijo una persona familiarizada con las conversaciones entre la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional y las empresas petroleras.


La fuente dijo que el secretario de Estado Mike Pompeo se ha involucrado directamente en el asunto, acelerando posibles medidas financieras y políticas contra Maduro.


Portavoces del Departamento de Estado no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios.


Venezuela exportó 500,013 barriles por día de crudo a Estados Unidos el año pasado, en comparación con los 591,422 bpd en el 2017. Los principales compradores fueron la filial de PDVSA, Petroleum; Valero Energy y Chevron Corp.


"La aproximación cuidadosa de Estados Unidos en días recientes –no imponiendo sanciones justo después de la proclamación de Maduro- sugiere que el próximo paso podría ser el escalamiento significativo de la presión para tratar de restablecer el orden democrático", dijo la firma Barclays el viernes en una nota a inversionistas.


Las opciones sobre la mesa incluyen desde una prohibición a la venta de diluyentes estadounidenses a Venezuela, que se usan para crear mezclas de crudo exportables, hasta el reconocimiento de un gobierno alternativo al de Maduro, lo que permitiría que la comunidad internacional congele activos e ingresos de Venezuela, añadió Barclays.