Frontera de EE.UU. y México
Frontera de EE.UU. y México

afirma que hay una crisis en la frontera entre y que puede ser resuelta solo si se invierten US$ 5,700 millones en la construcción de un muro.

Los demócratas se niegan tajantemente a asignar ese dinero y la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi dijo que el muro es una “inmoralidad”.

Trump le hablará a la nación para justificar su postura sobre el muro, que dice resolverá muchos de los problemas en la frontera porque desalentará el ingreso ilegal de personas.

Pero el debate en Washington ignora las realidades de la frontera, donde los problemas no se pueden resolver tan solo con una barrera.

Vistazo a algunos de esos asuntos:

La cambiante composición demográfica plantea serios retos
Impedir que la gente cruce la frontera ilegalmente es tan solo uno de los desafíos. Otro igualmente importante es qué hacer con los que ya lo hicieron.

Los agentes de la Patrulla de Fronteras están deteniendo menos gente que antes, un indicio de que la cantidad de personas que cruzan ilegalmente ha estado bajando desde el 2000. Pero mientras que la mayoría de los que ingresaban eran mexicanos que buscaban trabajo, ahora casi la mitad son familias y menores no acompañados que vienen de América Central.

Esta gente no puede ser enviada de vuelta a sus países de inmediato. El gobierno debe coordinar vuelos a sus países de origen y conseguir documentos de viaje, lo que toma tiempo, ya que muchos solicitan asilo en .

Funcionarios del Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras dicen desde hace tiempo que sus puestos no están en condiciones de procesar la creciente cantidad de menores y de familias. Como consecuencia de ello, los inmigrantes pasan días en celdas pensadas para estadías cortas y se ha registrado un incremento en las enfermedades de los migrantes menores de edad, dos de los cuales fallecieron bajo custodia.

Las autoridades buscaron atención médica para 451 personas, más de la mitad de ellas menores, entre el 22 y el 30 de diciembre.

El gobierno solicitó el domingo 800 millones de dólares adicionales para gastos médicos, de transporte, suministros e instalaciones temporales para procesar “esta población vulnerable”.

Pedidos de asilo

Cada vez más familias y menores no acompañados se entregan a las autoridades y piden asilo en lugar de tratar de evitar ser capturados, como hacían antes.

La cantidad de personas que piden asilo subió casi 70% del año fiscal del 2017 al del 2018. Casi 93,000 personas adujeron razones para sentirse perseguidas por su raza, su religión, su nacionalidad, sus opiniones políticas o su grupo social, lo que constituye el primer paso en el proceso de asilo. El año previo habían pedido asilo 56,000 personas.

En general, solo se aprueba el asilo en el 10% de los casos. Pero hay mucha gente esperando que se ventilen sus casos. Las autoridades de la frontera adoptaron la política aceptar solo una cierta cantidad de solicitudes por día.

En el sur de California, por ejemplo, en San Ysidro, el cruce fronterizo más activo del país, se procesan un máximo de 100 solicitudes diarias. Los integrantes de una caravana de migrantes de más de 5,000 personas están varados en Tijuana, del otro lado de la frontera, esperando ser escuchados.

Los casos pendientes en los tribunales de inmigración más que se duplicaron, para llegar a 1.1 millones, desde que Trump asumió la presidencia, de acuerdo con la Universidad de Syracuse. Trump aumentó significativamente la cantidad de jueces de inmigración, pero A. Ashley Tabaddor, presidente de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración, dijo que estos magistrados no tienen suficiente personal a su disposición.

Además, no hay suficiente espacio en los centros de detención. Hay solo 3,300 camas para familias. Las autoridades antes trataban de ubicar a las familias en centros de detención, pero ahora están liberándolas, dejándolas libradas a su suerte, sin que tengan un lugar adónde ir, y las organizaciones que ofrecen refugio a las familias de migrantes tampoco dan abasto.

La cantidad de menores no acompañados, por otro lado, se incrementó también significativamente bajo el gobierno de Trump y están siendo retenidos más tiempo porque se aumentaron los requisitos para los custodios que se ofrecen a hacerse cargo de ellos.

La gente que se queda después de vencida su visa
El muro no hará nada por resolver el tema de la gente que se queda en el país una vez vencida su visa. Se calcula que el 40% de los extranjeros que están en el país sin permiso se quedaron después de que expiraron sus visas.

Las autoridades dijeron que casi 740,000 persona lo hicieron en un reciente lapso de 12 meses.

¿Y el muro, sirve para algo?

Los jefes de la Patrulla de Fronteras tiene problemas para decir con precisión hasta qué punto funcionan los cercos, en parte porque no se sabe cuánta gente logra burlarlos.

En un sector de la frontera de Yuma a mediados de los años 2000 las detenciones disminuyeron un 90% tras la construcción de un muro y también mermaron los arrestos en San Diego luego de completarse un cerco en la década del noventa.

Muros y cercos cubren actualmente un tercio de los 3,144 kilómetros (1,954 millas) de la frontera. La mayoría fueron construidos bajo la presidencia de George W. Bush hijo. Trump quiere extenderlos y fortificarlos. Pero la contratación de firmas, el diseño y la construcción de muros nuevos con tecnología moderna puede tomar años. Y los US$ 5,000 millones pedidos por ahora alcanzan para 376 kilómetros (234 millas).

En el 2017, la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno dijo que no había forma de medir qué tan bien funcionan los muros. El informe indicó que el gobierno había gastado US$ 2,300 millones del 2007 al 2015 para construir muros o cercos a lo largo de 1,052 kilómetros (654 millas) y más para repararlos.

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