(Foto: EFE)
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Las personas que viven en miles de condominios a lo largo de los 2,172 kilómetros (1,350 millas) de costa de la se preguntan si sus edificios corren peligro de derrumbarse como el que se vino abajo en Surfside y las autoridades estatales y municipales analizan qué pueden hacer para asegurarse de que eso no sucede.

Si bien los derrumbes de edificios no son frecuentes, las municipalidades estudian si hay que modificar las inspecciones y si es necesaria una nueva inspección cuando se completa la construcción de un edificio, algo que ahora no es un requisito.

“Inspeccionamos los puentes cada dos años, pero a los edificios altos de la costa los inspeccionamos cuando están siendo construidos y nunca más”, expresó el presidente del condado de Volusia Jeff Brower, quien dijo haber recibido fotos de residentes que muestran daños en sus edificios. “Esto es un llamado de atención. Algunas de las fotos que vi de nuestras estructuras meten miedo”.

Brower se puso en contacto con la oficina del gobernador para hablar del tema, pero considera que lo más práctico será que las autoridades municipales se ocupen del asunto. Una idea es volver a inspeccionar los edificios nuevos después de diez años y, dependiendo de lo que se encuentra, otra vez a los diez años.

El condado de donde se encontraba el edifico Champlain Towers South, construido hace 40 años, que se desplomó parcialmente hace un mes, estipula que los inspectores deben certificar que es seguro 40 años después de su construcción y, a partir de allí, cada diez años.

“No hay dudas de que tenemos que inspeccionar la infraestructura de estos edificios”, expresó Brower. “No es que se derrumben por todos lados, pero no queremos tener una sola tragedia más como la de Surfside”.

El derrumbe hizo que el condado, así como las ciudades y localidades que lo integran, reconsideren las normas de recertificación vigentes. Una municipalidad, la de North Miami Beach, evacuó el Crestview Towers, construido hace casi 50 años, y dijo que no permitirá que regresen sus residentes hasta que no se completen unas reparaciones.

El condado anunció asimismo que el edificio de Tribunales de Miami-Dade será sometido a reparaciones tras encontrarse algunas cosas preocupantes durante una inspección motivada por el derrumbe de un condominio vecino.

Los rascacielos sobre la costa de la Florida son vapuleados por tormentas, agua salada y el viento que viene del mar, que pueden desgastar el cemento y oxidar las partes metálicas. No hay un kilómetro de la costa de la Florida que no haya sido afectado de un modo u otro por los huracanes y las tormentas tropicales de los últimos 40 años. Algunos sectores fueron abatidos más de una vez.

Si bien los códigos de construcción mejoraron a partir de la década de 1980, la calidad de las obras era cuestionable antes de ese período, según Brett Turner, director de proyectos del sudoeste de la Florida que trabaja en el ramo de la construcción desde hace 45 años.

“Hasta fines de los años 80, prácticamente no había inspecciones. Nuestros códigos eran horribles. Por ello, cualquier casa o edificio construido antes de 1986 es sospechoso”, sostuvo Turner. “Era como el salvaje oeste. Hacías lo que querías con tal de sacar provecho”.

Turner, quien en el pasado reparó edificios viejos, dijo que está consciente de los daños que sufren los edificios de la Florida. “Me sorprende que (el de Surfside) sea al primero que se derrumba”, manifestó. “No me sorprende que haya sucedido. Lo que me sorprende es que sea el primero”.

En Boca Ratón, las autoridades se afanan por crear un nuevo proceso de recertificación para los edificios viejos, según el concejal Andy Thomson.

“Tenemos muchos edificios altos sobre la playa. Lo que más preocupa es la posible corrosión por el agua salada”, señaló.

Steven Rogers vive en los condominios Chalfonte de Boca Ratón, en el condado de Palm Beach, donde no se requiere que los edificios sean recertificados. Pero Rogers, quien es presidente de la asociación del condominio, dijo que no se van a quedar cruzados de brazos.

La asociación contrató ingenieros hace dos años para que inspeccionasen las dos torres de 22 pisos, construidas a fines de los años 70 sobre el Atlántico. Rogers dijo que volvió a llamar a los ingenieros después del derrumbe de Surfside y les dijo que quería una política de inspecciones más estricta que la de Miami-Dade. La asociación piensa hacer reparaciones todos los años.

“Hay que hacer las inspecciones que uno considera necesarias, no las que te digan la municipalidad o el estado”, afirmó Rogers.

Los nuevos códigos para la construcción que se adopten en la Florida podrían depender de lo que se encuentre en el edificio de Surfside que se vino abajo.

“Hay que ver por qué pasó esto”, expresó el gobernador de la Florida Ron DeSantis en una conferencia de prensa. “¿Fue por algo exclusivo del edificio o algo que puede suceder con los edificios de su época?”.

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