Manhattan
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Los en Manhattan bajaron en el cuarto trimestre y la mediana declinó a menos de US$ 1 millón por primera vez en tres años, en tanto un amplio inventario siguió permitiendo a los compradores exigir acuerdos más beneficiosos.

Los precios de condominios y unidades cooperativas descendieron a US$ 999,000 en los tres meses hasta diciembre, una caída de 5.8% respecto de igual período del año anterior, dijeron el jueves en un informe la firma tasadora Miller Samuel Inc. y la corredora Douglas Elliman Real Estate.

Muchos departamentos se vendieron por menos de lo que pedían los vendedores en un primer momento, con un descuento promedio de 6.2% del último precio de lista, más que las reducciones de precios de 5.4% del año anterior.

Por primera vez la mediana quedó por debajo de US$ 1 millón desde el tercer trimestre de 2015, cuando fue de US$ 998,000.

La caída de los precios es en buena medida resultado de las opciones que tienen los compradores. El inventario de viviendas existentes en el mercado creció 17% respecto del año anterior. Eso ha dado a los compradores mayor poder de negociación y ha dejado a los vendedores sin más alternativa que bajar precios de lista demasiado optimistas si quieren vender las propiedades.

“Mucha gente volvió para visitar una propiedad por segunda y tercera vez pero nunca hizo una oferta, y eso obedece por completo a los precios”, dijo en una entrevista Steven James, máximo responsable de la división neoyorquina de Douglas Elliman. “Muchos vendedores aún no han entendido el mensaje. En 2018 muchos vendedores más entendieron el mensaje, y quienes lo hicieron, vendieron”.

Los inventarios de unidades de un solo dormitorio y estudio siguieron siendo los que más crecieron. En el conjunto de los departamentos, en el cuarto trimestre se tardó un 15% más de tiempo en vender una vivienda que en igual período del año anterior, según Miller Samuel y Douglas Elliman.

‘Tormenta perfecta’
Además de un creciente inventario de viviendas nuevas en la ciudad, en el 2018 subieron las tasas de interés, nuevas leyes tributarias estadounidenses afectaron las finanzas de algunos compradores de viviendas por medio de límites a las deducciones de impuestos a los inmuebles y el mercado bursátil no benefició a muchos inversores.

“Todo eso creó casi una tormenta perfecta para bajar los precios más de lo esperado”, dijo Matthew Hughes, un operador de Brown Harris Stevens. “El mercado tuvo mucha actividad en el 2015 y 2016, y necesitábamos una corrección natural”.

En tanto los desarrolladores tratan de vender viviendas nuevas, algunos ofrecen pagar los impuestos inmobiliario y de venta, hacerse cargo de los honorarios de los abogados o proporcionar a los compradores ventajas como un año de servicio automotor o doméstico gratis, algo que “hace apenas un par de años habría resultado impensable”, dijo Hughes.