Desde hace varias semanas, Moscú se ha mostrado reticente a los recortes en la producción de crudo propuestos principalmente por Arabia Saudita. (Foto: Reuters)
Desde hace varias semanas, Moscú se ha mostrado reticente a los recortes en la producción de crudo propuestos principalmente por Arabia Saudita. (Foto: Reuters)

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este viernes con un desplome del 10.07%, situando el barril en US$ 41.28, en la peor jornada desde 2014 por el fracaso en las negociaciones de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) para profundizar en los recortes en su producción.

Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en abril restaron US$ 4.62 con respecto a la sesión previa del jueves.

Los precios del petróleo en Estados Unidos cayeron este viernes en una sesión marcada por el hecho de que la OPEP no haya podido cerrar un acuerdo por las tensiones y desacuerdos mostrados por Rusia durante la reunión que ha tenido lugar en Viena.

Desde hace varias semanas, Moscú se ha mostrado reticente a los recortes en la producción de crudo propuestos principalmente por Arabia Saudita y que tenían como objetivo estabilizar la caída en los precios del crudo a nivel mundial a raíz de la crisis del coronavirus de Wuhan (COVID-19).

Según datos de la consultora IHS Markit, se calcula que con motivo de la propagación del virus la demanda de crudo durante el primer trimestre del año sufrirá la mayor caída en volumen de la historia, más que durante la crisis financiera de 2008, con una disminución de unos 3.8 millones de barriles diarios con respecto al 2019.

Los inversores, que confiaban en contener las caídas y que el criterio de Arabia Saudita se impusiese en Viena, han visto cómo el fracaso en las negociaciones y la negativa de Rusia ha desplomado el precio del crudo texano a niveles que no se habían visto desde hacía cinco años.

Tras la reunión, el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, señaló tras finalizar la reunión que ahora los países podrían producir “lo que quieran” a partir del próximo 1 de abril.

"Hemos llegado a esta situación porque no ha habido consenso sobre cómo deberían reaccionar simultáneamente los 24 países, así que a partir del 1 de abril los países trabajarán sin tener en cuenta las cuotas y reducciones que se habían acordado previamente", expresó Novak.

En un principio se esperaba que la OPEP llevase a cabo un recorte en su producción de al menos 1.5 millones de barriles por día empezando el próximo mes y, al menos, hasta finales de año.

Según los analistas, el escenario que se plantea tras la reunión en Viena es “el peor posible” y auguran que, tras la decisión de la OPEP, el barril de crudo texano estará entre los US$ 35 y US$ 39.

Asimismo, también se espera que de continuar bajando los precios del petróleo se produzca una reestructuración del mercado doméstico de crudo y, de acuerdo a algunos expertos, no se descarta que se produzca “alguna bancarrota”, según fuentes especializadas citadas por el canal económico CNBC.

En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en abril restaron catorce centavos hasta los US$ 1.39 el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, retrocedieron seis centavos hasta los US$ 1.72 por cada mil pies cúbicos.