Estados Unidos
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La caída de entre 3% y 4% registrada el miércoles en los principales índices estadounidenses es inquietante para los inversionistas que se han acostumbrado a la baja volatilidad del mercado de Estados Unidos en los últimos años.

Lo que es más preocupante es que la mayoría de las coberturas tradicionales contra una liquidación de valores tan grande, tanto dentro como a través de los segmentos del mercado, no funcionaron bien.

Sin embargo, ninguno de esos acontecimientos debería ser una gran sorpresa, dado los siguientes cinco factores que también apuntan a lo que está por venir:

Después de años de apoyo aparentemente incuestionable por parte del banco central –incluida la llamada “Fed put”–, los mercados de acciones y bonos se están alejando de un mundo donde las inyecciones de liquidez sustentan los precios de los activos y están avanzando hacia un papel más importante para los indicadores fundamentales.

Casi por definición, este es un proceso volátil: piense en un avión que cambia motores mientras vuela a gran altura. Es de esperar que haya turbulencia.

La inusual divergencia en las políticas y el desempeño económico dentro del mundo avanzado está complicando esta transición del mercado desde la liquidez hacia los indicadores fundamentales. El crecimiento de Estados Unidos supera cada vez más al de otros países, impulsado por la combinación de mayores ingresos familiares, un aumento en la inversión empresarial y el gasto gubernamental.

Además, la Reserva Federal está muy adelantada en cuanto a la normalización de la política monetaria, luego de finalizar la flexibilización cuantitativa, elevar las tasas de interés ocho veces, publicar el cronograma para reducir su balance general e indicar aumentos adicionales de las tasas tanto para este año como para el próximo.

La dispersión resultante en los precios de los activos ha generado tensiones adicionales en los mercados. Y no es estrictamente una cuestión de divergencia. También hay una amplia gama de puntos de vista sobre si otros países a la larga convergerán con Estados Unidos para lograr un mayor crecimiento o si Estados Unidos será arrastrado a la baja.

Las tensiones comerciales se están sumando a las incertidumbres sobre la transición del mercado. Específicamente, aún no está claro cuánto tardará China en darse cuenta de que la alternativa menos perjudicial para su desarrollo es seguir el mismo camino que finalmente siguieron otros países (Corea del Sur, México y Canadá), es decir, hacer concesiones a Estados Unidos. Tampoco está claro qué concesiones satisfarían a la administración Trump.

Finalmente, las condiciones técnicas en los mercados no ayudan ya que amplifican los grandes movimientos en el corto plazo en lugar de atenuarlos.

A más largo plazo, el éxito de la transición en curso en el paradigma de liquidez-fundamentos colocará a los mercados sobre una base más sólida. También lo hará la revalorización, que permite la diversificación tradicional de acciones y bonos para proporcionar una mejor mitigación de riesgos. El corto plazo, sin embargo, es probable que sea bastante volátil.