Janet Yellen, nominada del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para ser secretaria del Tesoro. (REUTERS / Leah Millis).
Janet Yellen, nominada del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para ser secretaria del Tesoro. (REUTERS / Leah Millis).

El funcionamiento del mercado de los US$ 20 billones del Tesoro de Estados Unidos está a punto de ser objeto de un intenso escrutinio por parte de los reguladores del presidente electo Joe Biden, después de haberse congelado en marzo por el temor a la pandemia, lo que amenazó la estabilidad del sistema financiero.

Una revisión de lo que salió mal y de las medidas para mejorar la resiliencia del mercado podría estar entre los primeros retos regulatorios para la nueva secretaria del Tesoro, , según media docena de fuentes regulatorias y del sector.

Después de que una corriente vendedora en marzo impulsó a la a comprar US$ 1.6 billones de bonos del Tesoro para estabilizar el mercado, el consenso en Washington es cada vez mayor de la urgencia de una revisión.

Pero los posibles cambios, incluyendo la flexibilización de las reglas de negociación, permitir que nuevos actores participen en el mercado, o la introducción de una liquidación y compensación centralizada, podrían resultar arriesgados de implementar y provocar luchas en el sector por el botín y los costos.

Este es el mercado financiero más importante del mundo. Esto exige que los responsables políticos muestren tanto urgencia como extremo cuidado”, dijo Gregg Gelzinis, analista principal de políticas del Centro para el Progreso Estadounidense.

El mercado más profundo y líquido del mundo se encuentran en el corazón del sistema financiero global, en el que funciona como punto de referencia para otros tipos de activos y permite que el dólar estadounidense opere como la moneda de reserva mundial.

Pero a medida que los temores a una pandemia se apoderaron de los inversores a finales de febrero y principios de marzo, la liquidez del mercado del Tesoro se deterioró rápidamente hasta alcanzar los niveles de la crisis del 2008. La (Fed) continúa comprando alrededor de US$ 80,000 millones de bonos del Tesoro al mes, y altos funcionarios advierten que la liquidez podría colapsar de nuevo si se retira ese apoyo.

El vicepresidente de la Fed, Randal Quarles, y el regulador de mercado saliente, Jay Clayton, han puesto de manifiesto la fragilidad del mercado del Tesoro. La propia Yellen escribió en un editorial de julio de que la Fed y el Departamento del Tesoro necesitarán “en algún momento” revisar por qué los creadores de mercado del Tesoro “no funcionaron de manera más eficiente”.

Un portavoz del equipo de transición de Biden no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Una de las opciones sobre la mesa es ampliar el número de agentes autorizados a intervenir como fuente principal de liquidez en el mercado de bonos del Tesoro.

En la actualidad, un grupo de élite de 24 empresas de Wall Street, en su mayoría grandes bancos, está autorizado a comprar bonos del Tesoro de la Reserva Federal de Nueva York y venderlos a clientes, creando así un mercado secundario.

Algunos miembros del Grupo de Prácticas del Mercado del Tesoro (TMPG), que asesora al gobierno sobre las emisiones del mercado de bonos, apoyan la idea, según una de las fuentes. No es realista esperar que un pequeño grupo de agentes de valores sirva a todo el mercado, especialmente en tiempos de estrés, dijo la persona.

Eso podría significar la adición de grandes administradores de activos al fondo común, lo que podría traer billones de dólares más de liquidez al mercado, dijo la misma fuente de TPMG. Los fondos de cobertura, que ya proporcionan liquidez a las acciones, también podrían ser admitidos, dijo la fuente.

Resistencia

Los operadores han dicho que las reglas tras la crisis han dañado la liquidez al encarecer los inventarios de bonos en sus libros.

La Fed se ocupó en parte de esto al suavizar temporalmente las normas en abril para permitir a los grandes bancos excluir los bonos del Tesoro de su cálculo de activos, reduciendo el capital que deben tener.

Pero banqueros de alto nivel, como el presidente ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, dicen que los reguladores deberían revisar el impacto de las normas posteriores a la crisis de manera más amplia y considerar cambios permanentes.

Espero que recalibren todas esas cosas y no tengamos tanta liquidez de capital atada de forma muy rígida para siempre”, dijo la semana pasada en una conferencia de Goldman Sachs Group Inc.

Los reguladores también están explorando la introducción de una compensación central para garantizar las operaciones del Tesoro, similar a los cambios posteriores a la crisis que reforzaron el mercado de swaps. Quarles dijo a legisladores el mes pasado que este mecanismo puede ayudar a aliviar la tensión en los balances de las agentes primarios.

Una portavoz de la Fed de Nueva York, que también habla en nombre del TMPG, se refirió a comentarios anteriores de sus funcionarios, en los que reconocen que las opciones se están discutiendo.

El papel de los fondos de cobertura altamente apalancados que se vieron obligados a deshacerse de sus posiciones en bonos del Tesoro, exacerbando aún más la venta, también será objeto de escrutinio, dijeron las fuentes.

Es probable que Yellen encargue una revisión en sus primeros meses de trabajo, y sondearía a todas las partes interesadas antes de hacer recomendaciones, dijeron tres de las fuentes. Típicamente, tales cambios pasan por un largo proceso de elaboración de normas que incluye la retroalimentación formal e informal del sector.

Debido a la complejidad del mercado, varios reguladores se verían involucrados, lo que complicaría el proceso. La incorporación de administradores de activos al fondo común de operaciones probablemente exigiría que se sometieran a una supervisión adicional, a la que podrían resistirse.

La compensación central también requeriría de nuevos controles de riesgo, algunos de los cuales fueron resistidos por años por cuando se introdujo la compensación en el mercado de swaps. Además, los fondos de cobertura probablemente se opondrían a que se les fije topes a su endeudamiento.

Algunos de los subsectores del sistema financiero implicados, los dealers y los fondos de cobertura, son políticamente poderosos. Cualquier política propuesta que restrinja sus actividades o se coma sus beneficios encontrará una importante resistencia”, dijo Gelzinis.