Washington.- Varios medios estadounidenses bloquearon el acceso a lectores europeos tras la entrada en vigor completa del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, en inglés), por el que se busca dar al usuario una participación activa sobre quién tiene o qué hace con sus datos.
La legislación, que entró en vigor este viernes, ha restringido la entrada de los usuarios de Europa a numerosos medios del país norteamericano, incluyendo Los Angeles Times, The Chicago Tribune y The New York Daily News.
Otros medios de EE.UU., como el The Washington Post o Time, optaron por la vía de pedir el consentimiento de los propios lectores para usar sus datos, tal como se había hecho hasta la entrada en funcionamiento de la GDPR.
El USA Today, en cambio, ofrece desde el viernes una "Experiencia de la Unión Europea", según una notificación a los lectores reportada en los medios estadounidenses, que significa que no va a recabar los datos de los usuarios del Viejo Continente.
Numerosos lectores mostraron su descontento a través de las redes sociales mostrando capturas de pantalla donde se podía leer los mensajes de los medios estadounidenses excusándose por no poder ofrecerles sus textos, imágenes y vídeos.
El viernes supuso el fin del periodo de transición de dos años tras la entrada en vigor de la norma en mayo de 2016 y, al tratarse de una regulación, es de obligado cumplimiento sin que los países tengan que incorporar cambios a su ordenamiento legal y tiene un efecto directo en los países, por lo que las empresas podrán ser sancionadas si la incumplen.
Los países de la UE sí pueden, no obstante, actualizar sus leyes de protección de datos. Los cambios no pueden ir en contra de lo establecido por la regulación comunitaria pero sí pueden reflejar especificidades nacionales, como la edad mínima para dar consentimiento sobre datos personales.
La regulación pondrá al día la anterior directiva de 1995, que nació en una Europa sin redes sociales y con un porcentaje de usuarios de internet masivamente inferior al de 2018, que ascendió a 250 millones de personas, según Bruselas.