FED. (Foto: Bloomberg)
FED. (Foto: Bloomberg)

Algunos de los mayores inversores del mundo están recortando su exposición a la deuda pública ante la expectativa de que las ventas de bonos no hayan hecho más que empezar y de que, sin un aumento demasiado rápido de los costos de los préstamos, la mayoría de los bancos centrales no intervendrán.

Los bonos estadounidenses y europeos han sufrido su peor comienzo de año desde el 2013, y los inversores han vendido deuda pública en previsión de que el paquete de estímulo fiscal estadounidense de US$ 1.9 billones impulse la recuperación económica y alimente la inflación a nivel mundial.

La velocidad de estos movimientos ha sorprendido a los gestores de fondos, incluso a los que habían empezado a posicionarse para obtener mayores rendimientos. Los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años han subido 64 puntos básicos (pb) este año y se sitúan en el 1.5%, lo que ha disparado los costes de los préstamos en otros países.

El presidente de la no se ha mostrado preocupado, ya que posiblemente considera el aumento de los rendimientos como una señal de recuperación económica. Se ha comprometido a mantener los tipos bajos y es posible que considere que cualquier inflación que se produzca será transitoria.

“Si los rendimientos siguen subiendo con tasas de crecimiento (económico) significativamente más fuertes, los bancos centrales estarán bien con esa situación”, dijo Iain Stealey, directivo de JP Morgan Asset Management, con activos bajo gestión de US$ 2.3 billones.

Stealey considera que los rendimientos a 10 años en llegarán al 2% a finales de año y dijo que, a menos que la subida se vuelva ingobernable o la renta variable se desplome, es poco probable que la Reserva Federal se oponga a una nueva subida de entre 30 y 50 puntos básicos en los costes de los préstamos.

La mayoría de los inversores considera que el 2% era un límite, destacando que lo importante es la velocidad del movimiento. Se considera que el Banco Central Europeo (BCE) es el más indicado para intervenir si las subidas se descontrolan, y el banco central de Australia ya lo ha hecho.

Otros grandes inversores también han recortado su exposición a la deuda pública, como BlackRock, que ha infraponderado los bonos del Tesoro.

Gilles Dauphiné, de Amundi Asset Management, que gestiona 200,000 millones de euros (US$ 238,400 millones) en inversiones en deuda pública como responsable de los negocios de crédito y seguros, ha apostado en contra de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

“No creo que el movimiento (de subida de los rendimientos) haya ido demasiado lejos”, dijo, pero advirtió que el movimiento fue probablemente “demasiado rápido”.

Sigue siendo “corto de duración, incluso en los bonos del Tesoro de Estados Unidos” y dijo que es poco probable que la Fed se preocupe a menos que los rendimientos superen pronto el 1.75%.

Excepcionalismo

La velocidad variable de las campañas de vacunación de COVID-19 y la recuperación económica están permitiendo el “excepcionalismo” del mercado de bonos, dijo el codirector de renta fija europea de AllianceBernstein, John Taylor.

Después de años en los que los rendimientos de los bonos se sumaban a una tendencia bajista, los inversores pueden apostar hoy por una subida de los tipos en algunos países, como Estados Unidos y Reino Unido, aunque los rendimientos sigan siendo más bajos en otros lugares.

Taylor tiene un objetivo del 2% a finales del 2021 para los rendimientos del Tesoro a 10 años. Stealey, de JP Morgan Asset Management, prevé que el rendimiento de los bonos británicos a 10 años supere el 1% —lo que implica un aumento de 28 puntos básicos respecto a los niveles actuales—, mientras que los rendimientos alemanes se quedarán rezagados.

Pocos inversores creen que los bonos de la zona euro vayan a sufrir una venta tan significativa, dado el menor crecimiento e inflación de la región. La OCDE prevé que la economía de la zona del euro crezca 3.9% en el 2021; estima que el crecimiento de Estados Unidos será de 6.5%.

El BCE, reunido el jueves, está preocupado por el aumento de los rendimientos.

“Creemos que estas órdenes de venta actuales son, al menos en Europa, un fenómeno más bien temporal, ya que Europa tardará varios años en recuperarse de este episodio de COVID”, afirma David Zahn, responsable de renta fija europea de Franklin Templeton. Anticipa que el BCE probablemente seguirá siendo “increíblemente acomodaticio”.

Los inversores esperan una intervención significativa del BCE en caso de que la rentabilidad del Bund alemán se acerque al 0%, frente al -0.30% actual.

¿El fin de la racha alcista?

El aumento de los rendimientos de los bonos, que se hace eco del “berrinche”” de los bonos del 2013, plantea la cuestión de si ha llegado el momento de poner fin a la racha alcista de los bonos, que dura ya varias décadas. Tal vez no.

Marc Seidner, gestor de fondos del gigante de la renta fija PIMCO, escribió en un blog el lunes que la inflación no aumentará tan rápido como los mercados anticipan, por lo que los rendimientos a largo plazo podrían mantenerse dentro de las horquillas recientes.

Mike Riddell, jefe de macro sin restricciones de Allianz Global Investors, planea volver a entrar en la deuda pública si los rendimientos vuelven a subir con fuerza en los próximos meses, porque un repunte de la inflación resultaría temporal y el impulso económico chino se ralentizaría.

Además, el aumento de los rendimientos en Estados Unidos podría atraer a los inversores de nuevo a los bonos del Tesoro, ya que los rendimientos en gran parte de Europa y Japón son negativos.

Otros, sin embargo, afirman que esta venta de bonos no es un bache.

“El mercado alcista ha terminado”, dijo Taylor, de AllianceBernstein, argumentando que los rendimientos “podrían atascarse” en niveles relativamente más altos porque la inflación, al menos en Estados Unidos, aumentará.