La decisión del presidente el jueves de volver a incluir en la agenda el Acuerdo de (TPP, por sus siglas en inglés) muestra que es posible que tenga una nueva apreciación del valor estratégico del pacto comercial al tiempo que amenaza con aranceles sobre China.

Trump se retiró del acuerdo durante su primera semana en la presidencia, aludiendo a amenazas a los trabajadores estadounidenses. Otros 11 países de la región Asia-Pacífico, incluidos aliados clave de Estados Unidos, completaron el acuerdo el mes pasado.

La versión actual del TPP promete sólidas protecciones para la propiedad intelectual, amplía las normas de libre comercio más allá de la agricultura y los servicios y adopta la economía digital. Lo que es más importante, representa el esfuerzo más importante por resistirse al modelo económico dominado por el Estado que sustenta la creciente influencia de China.

"Si Trump quiere aislar a China, necesita la cooperación de muchos otros aliados", dijo Kevin Lai, economista de Daiwa Capital Markets Hong Kong Ltd. "La opinión ahora en Washington es: llevémonos bien con otros, traigan a Japón, Europa y a otros para ir tras China. EE.UU. vuelve a establecer las reglas para el orden económico global en lugar de dejar que China establezca las reglas".

El TPP, ahora conocido como el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (, por sus siglas en inglés), incluye naciones como Canadá, México, Perú, Japón, Singapur y Australia. Japón, la mayor economía del grupo, espera que entre en vigor el próximo año después de que sea ratificado por los signatarios.

China ha estado en conversaciones sobre otro acuerdo comercial llamado Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), que tiene un alcance mucho menor que el TPP. Las negociaciones han estado fallando desde la primera ronda de conversaciones en el 2013, aunque India y las naciones del sudeste asiático acordaron en enero "intensificar los esfuerzos en 2018 hacia una rápida conclusión" después de no cumplir con plazos anteriores.

Los encargados de política de EE.UU. han considerado durante mucho tiempo que el TPP es un componente clave de los esfuerzos de EE.UU. por contrarrestar a China. En el 2015, el exsecretario de Defensa Ash Carter comparó el acuerdo comercial con un portaaviones para asegurar los intereses estadounidenses en Asia.

Sin embargo, con Trump es difícil saber si su última declaración equivale a un cambio de política. El jueves por la noche le apuntó a su antiguo aliado Japón en un tuit en el que aclaraba su postura sobre el TPP, diciendo que el país “nos supera en comercio”.