El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Raúl Gorrín, un magnate venezolano de la televisión, de sobornar a funcionarios en el país sudamericano y ayudarlos a lavar los fondos a través de activos en territorio estadounidense.


Raúl Gorrín, propietario del canal de televisión venezolano Globovisión y de la aseguradora Seguros La Vitalicia, fue acusado en agosto en una corte del Distrito Sur de Florida por violar las leyes anticorrupción de Estados Unidos en sus esfuerzos por obtener contratos para realizar cambios de moneda para el gobierno.


La acusación fue presentada bajo reserva después de que los fiscales dijeron que era necesario proteger la "integridad de la investigación en curso".


Gorrín fue declarado fugitivo en septiembre y los cargos fueron revelados el lunes después de que los fiscales dijeron que ayudaría a la policía a arrestar a acusado, según los registros de la corte.


Venezuela implantó un estricto control cambiario bajo el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez en un esfuerzo por proteger el valor de la moneda, el bolívar.


El control dio como resultado un mercado negro de dólares, pero brindó a algunos la oportunidad de obtener moneda extranjera muy por debajo de su valor de mercado en subastas estrictamente controladas por las autoridades.


Analistas y opositores han argumentado durante mucho tiempo que esas subastas permitieron, en la práctica, a los miembros de la elite empresarial con conexiones con el gobierno socialista obtener dólares a una pequeña fracción de la tasa vigente en el mercado negro.


De acuerdo con la acusación, entre el 2008 y 2018, Gorrín facilitó más de US$ 150 millones en sobornos a múltiples funcionarios de la Tesorería de Venezuela por el derecho a participar en las transacciones de divisas.


Gran parte del dinero fue transferido de cuentas bancarias suizas a cuentas en Florida, dijeron los fiscales.


Gorrín, de 49 años, supuestamente también compró jets oficiales, yates, "caballos campeones" y relojes de lujo en Florida y Texas.


Una biografía en el sitio web personal de Gorrín lo describe como un "humanista", amante de la salsa y un hombre de negocios. Compró una participación de 25% en una aseguradora que se convertiría en La Vitalicia en el 2008, 10 años después de que Chávez llegó al poder.


El canal Globovisión revisó la cobertura y suavizó las críticas al sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, luego de que Gorrín comprara el canal en el 2013, dijeron los reporteros en ese momento.


Ni Globovisión ni La Vitalicia respondieron a las solicitudes de comentarios. El abogado defensor de Gorrín, Howard Srebnick, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.


El paradero de Gorrín no quedó claro de inmediato, pero su perfil de Twitter muestra un video suyo haciendo el primer lanzamiento ceremonial en un juego de béisbol en Venezuela a fines de octubre. Se enfrenta a una pena máxima de 45 años de prisión si es declarado culpable.


En otro caso, un ex ejecutivo de finanzas de la petrolera estatal PDVSA se declaró culpable de aceptar sobornos e intentar lavar US$ 12 millones, dijo la Oficina del Fiscal Federal para el distrito sur de Florida.