Se espera que la Reserva Federal comience a reducir sus compras mensuales de activos de US$ 120,000 millones antes de fin de año, a medida que la economía estadounidense se recupera fuertemente del COVID-19, según economistas encuestados por Bloomberg.
Eso es un poco antes de lo previsto en la encuesta de marzo, pero deja intactas las compras de activos de la Fed durante varios meses más, y el primer aumento de la tasa de interés aún no se espera hasta el 2023. Por el contrario, el Banco de Canadá dijo la semana pasada que reduciría sus compras de deuda pública y aceleraría el cronograma para un posible aumento de tasas, aunque el Banco Central Europeo dejó sin cambios sus herramientas de lucha contra la crisis en su reunión del 22 de abril.
En la encuesta, alrededor del 45% de los economistas esperaban que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) anuncie una disminución de su programa de compra de activos en el cuarto trimestre, y un 14% ve que eso sucederá en los tres meses anteriores. La encuesta a 49 economistas se realizó entre el 16 y el 21 de abril. El resultado es un cambio agresivo frente a la postura de marzo cuando un número mayor de encuestados estimaba que la reducción del programa de compra de activos sería en 2022.
El FOMC concluye el miércoles su reunión de dos días y se espera que reafirme los planes de ajustar las compras solo una vez que la economía de Estados Unidos logre un “progreso sustancial adicional” hacia sus objetivos de empleo e inflación. Tampoco se espera que la Fed aumente la meta de su tasa de referencia de su rango de cero a 0.25%. La declaración del Comité se realizará a las 2 p.m., hora de Washington y el presidente de la Fed, Jerome Powell, realizará una conferencia de prensa virtual 30 minutos después.
Los economistas dicen que analizarán el lenguaje de la declaración y la conferencia de prensa en busca de indicios de una posible reducción del programa de compra de activos. Powell ha dicho que alertará a los mercados mucho antes de ese cambio, cuando el Comité vea que sus objetivos están cerca, y que un cambio de política dependerá de los informes económicos reales, no solo de los pronósticos alcistas.
“Creemos que es demasiado pronto, dada la insistencia de la Fed de centrarse en datos económicos ‘duros’ y no en expectativas de mejora”, dijo Gero Jung, economista jefe de Mirabaud Asset Management. “En nuestra opinión, la Fed quiere ver una secuencia de datos muy positivos, como las cifras de empleos de marzo, antes de comenzar a iniciar un proceso de reducción del programa de compra de activos”.
El mes pasado, los empleadores agregaron 916,000 nuevos empleos en EE.UU., cifra mucho mayor que la esperada.
Más de dos tercios de los economistas encuestados esperan que el FOMC dé una señal de alerta temprana de disminución este año, y la mayoría, un 45%, cree que lo hará durante el trimestre de julio a septiembre. Eso podría ocurrir en la reunión de julio o septiembre del FOMC, o en el testimonio semestral de Powell ante el Congreso.
La mayoría de los economistas esperan que la reducción del programa de compra de activos de US$ 80,000 millones en bonos del Tesoro y US$ 40,000 millones en compras de valores respaldados por hipotecas dure entre 7 y 12 meses.
Más allá de la reducción, es probable que el banco central sea paciente al elevar las tasas desde cerca de cero. No es probable que las tasas de interés se eleven hasta el 2023, dicen los economistas. Sin embargo, esta proyección se adelanta a la hecha por el FOMC en marzo. Es probable que las tasas suban 50 puntos básicos a 0.75% para fines del 2023 y a 1.25% para fines del 2024, según la estimación promedio de los encuestados.