Jerome Powell, presidente de la FED. (Foto: Bloomberg)
Jerome Powell, presidente de la FED. (Foto: Bloomberg)

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo el miércoles que “no hay garantías” de que el banco central norteamericano pueda domar la inflación desenfrenada sin afectar el mercado laboral.

En declaraciones ante un foro del Banco Central Europeo (BCE) en Sintra, Portugal, Powell reiteró su esperanza de que la Fed pueda lograr el llamado aterrizaje suave, o sea, elevar las tasas de interés lo suficiente para frenar la economía y los precios al consumidor sin provocar una recesión que elevaría bruscamente la tasa de desempleo.

Creemos que podemos lograrlo. Es nuestro objetivo”, dijo, pero agregó que la invasión rusa de Ucrania dificultó la tarea al trastornar el comercio y elevar los precios de alimentos, energía y productos químicos.

“Se ha vuelto más difícil”, dijo Powell. “Los caminos se han estrechado”.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, habló del “gran impacto” de los choques energéticos, que repercuten en el mundo, pero se sienten de manera más aguda en Europa porque depende del petróleo y gas natural rusos. Destacó además la proximidad de Europa a la guerra en Ucrania y dijo que hubo una “vasta subestimación de la energía” en la evaluación de la inflación hecha por el banco.

El BCE y la Fed tardaron en reconocer la amenaza de la inflación que surgió hace poco más de un año. Creían que el aumento de los precios eran un resultado temporal de pequeñas trabas en la cadena de suministros a medida que la economía se recuperaba con inesperada velocidad de la breve pero devastadora recesión provocada por la pandemia a partir del 2020.

Sin embargo, la aceleración inflacionaria se prolongó. La Fed elevó su tasa de referencia a corto plazo en marzo y mayo, y aparentemente se disponía a elevarla en medio punto porcentual en su reunión del 14-15 de junio, pero entonces el Departamento de Trabajo informó que los precios al consumidor habían aumentado 8.6% en mayo con respecto al año anterior, el salto más grande desde 1981. La Fed respondió con un alza de la tasa de tres cuartos de punto porcentual, el aumento más grande desde 1994.

El BCE va detrás de la Fed, pero dijo que elevará las tasas en julio por primera vez en 11 años y nuevamente en septiembre para atacar una inflación que ha alcanzado la tasa récord de 8.1% en los 19 países que usan el euro. En un discurso el martes, al inaugurar el foro, Lagarde dijo que el banco será gradual en sus aumentos, pero mantendrá abierta las opciones para “apagar” la inflación si aumenta más rápidamente que lo previsto.

Los economistas temen que el aumento de las tasas precipite la economía hacia una recesión, pero Powell destacó que el mercado laboral está fuerte —el desempleo, del 3.6%, es el más bajo en medio siglo— y que la mayoría de los hogares y negocios tenían buenos ahorros.

En total”, dijo, “la economía de Estados Unidos está en buena posición para soportar un ajuste mayor de la política monetaria”. Lagarde dijo que lo mismo sucedía en Europa.