Una mujer iraní camina al lado de un mural pintado en la pared de la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán. (Foto: AFP).
Una mujer iraní camina al lado de un mural pintado en la pared de la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán. (Foto: AFP).

Teherán.- Estados Unidos empezó a aplicar este martes una serie de sanciones contra Irán para castigar su economía, meses después de que Washington se retirara unilateralmente del acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní firmado en 2015.

El presidente iraní, Hasan Rohani, acusó a Washington de "querer lanzar una guerra psicológica contra la nación iraní y provocar disensiones" entre los ciudadanos del país.

Su homólogo estadounidense, Donald Trump, volvió a tener duras palabras con Irán, al tiempo que hacía un llamamiento a la negociación.

"El régimen iraní tiene una opción", dijo Trump en un comunicado. "O cambia su comportamiento amenazante y desestabilizador y se reintegra a la economía global, o continúa por un camino de aislamiento económico".

"Sigo abierto a alcanzar un acuerdo más amplio que aborde toda la gama de actividades malévolas del régimen, incluido su programa de misiles balísticos y su apoyo al terrorismo", añadió.

La primera ronda de sanciones estadounidenses, que entró en vigor este martes a las 04H01 GMT, incluirá bloqueos a las transacciones financieras y a las importaciones de materias primas, así como medidas para impedir las compras en el sector automotor y en la aviación comercial.

En noviembre se aplicarán otras medidas que afectarán al sector petrolero y gasístico y al Banco Central.

Esas sanciones tendrán probablemente graves consecuencias para la maltrecha economía iraní, que sufre de una alta tasa de desempleo y una importante inflación. La moneda iraní, el rial, ya perdió cerca de la mitad de su valor desde que Trump anunció su decisión.

"Los precios han aumentado desde hace tres o cuatro meses y todo lo que necesitamos es ahora más caro, incluso antes de que se impusieran las sanciones", lamentó Yasaman, un fotógrafo de 31 años en Teherán.

Igual que Yasaman, muchos en Irán piensan que sus dirigentes deberían "tragarse el veneno" y negociar con Estados Unidos, un país con el que Irán no tiene relaciones diplomáticas desde 1980.

Trump, que adoptó una actitud muy hostil hacia Irán desde su llegada al poder, quiere "intensificar la presión sobre Teherán para que cambie de comportamiento". Le reprocha, entre otras cosas, su apoyo al presidente sirio Bashar Al Asad, a los rebeldes hutíes en Yemen o al movimiento palestino Hamas en Gaza.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, dijo que el bloque, así como Reino Unido, Francia y Alemania, lamentan profundamente la decisión de Washington de restablecer las sanciones.

"Estamos decididos a proteger a los operadores económicos europeos que participan en negocios legítimos con Irán", dijo en un comunicado.

¿Nuevo pacto?

Después de meses de virulenta retórica, Trump sorprendió la semana pasada cuando ofreció reunirse con Rohani sin condiciones previas.

Pero el ministerio de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, sugirió que era difícil imaginarse una renegociación del pacto alcanzado en 2015, tras dos años de difíciles negociaciones entre Irán y las potencias occidentales (Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia, Rusia y Alemania).

Ese pacto buscaba garantizar el carácter estrictamente pacífico de las actividades nucleares de Irán a cambio del fin progresivo de las sanciones económicas.

Respecto al llamamiento de Trump a negociar, Rohani insistió en que no tenía sentido proponer nuevas conversaciones cuando restablecía las sanciones contra su país.

"Si eres un enemigo y apuñalas a la otra persona con un cuchillo y después dices que quieres negociaciones, lo primero que tienes que hacer es retirar el cuchillo", dijo Rohani en una entrevista televisiva, en la que afirmó además que su país "siempre estuvo abierto a las negociaciones".

"¿Cómo demuestran que se puede confiar en ellos? Regresando al JCPOA", señaló Rohani, haciendo referencia al acuerdo sobre el programa nuclear iraní.

Devaluación y protestas

Irán vive además protestas y huelgas en varios pueblos y ciudades por la escasez de agua y los altos precios, mientras crece el malestar con el sistema político. No obstante, las duras restricciones impuestas hacen difícil verificar de manera independiente las publicaciones difundidas en redes sociales al respecto.

Además, muchas grandes empresas europeas se están yendo de Irán por temor a las sanciones estadounidenses.

"Las personas o entidades que no cancelen sus actividades con Irán corren el riesgo de sufrir graves consecuencias", dijo Trump.

Rohani suavizó las reglas cambiarias el domingo, permitiendo importaciones ilimitadas de divisas y oro libres de impuestos, y la reapertura de las casas de cambio tras un fracasado intento de fijar el valor del rial en abril, que llevó a una corrupción generalizada en el mercado negro.