Jerome Powell fue elegido por Trump como sucesor de Janet Yellen a la cabeza de la Fed. (Foto: AFP)
Jerome Powell fue elegido por Trump como sucesor de Janet Yellen a la cabeza de la Fed. (Foto: AFP)

El desempleo en el nivel más bajo, la inflación controlada y un crecimiento respetable: Janet Yellen, la primera mujer en presidir la , deja el banco central estadounidense con loas de economistas y un expediente limpio, aunque Donald Trump la haya reemplazado por un republicano.

, de 71 años, una demócrata nominada en el 2014 por Barack Obama como presidenta de la Fed, deja el puesto este sábado a Jerome Powell, de 64 años, un ducho abogado de negocios que conoce la técnica monetaria y electo por Trump.

"Su trabajo ha sido espectacular, lo mejor que puede tener un jefe de un banco central", comentó para la AFP, David Wessel, del centro de análisis Brookings, uno de los muchos economistas en calificar de manera ejemplar el mandato de Yellen.

Incluso el presidente Trump, que terminó con para un segundo mandato, reconoció sus "impresionantes cualidades".

Esa satisfacción está acompañada de precaución por lo que experimentó Alan Greenspan, el expresidente del banco central que vio lo que parecía una brillante reputación caer demolida por una crisis.

Tan pronto dejó la Fed, después de 19 años a la cabeza, estalló la burbuja inmobiliaria del 2008, la peor recesión en Estados Unidos desde la posguerra. Se le ha reprochado desde entonces especialmente a Greenspan haber cerrado los ojos a los excesos del mundo financiero.

"La reputación de Yellen palidecerá si en dos años hay una profunda recesión", advirtió Wessel, en momentos en que el aumento de los precios de las acciones en los mercados bursátiles, favorecido por las bajas tasas de interés, hace temer una burbuja financiera.

Pero por lo pronto, la conducción de la política monetaria a manos de Yellen solo ha cosechado elogios. La tasa de desempleo que, a su la llegada era de 6.7%, cayó actualmente a 4.1%. El pleno empleo no afectó la inflación que se mantuvo por debajo de 2% y la economía estadounidense está entrando en un nuevo año de recuperación.

La estabilidad de los precios y la promoción del empleo constituyen el doble mandato del banco central.

Heredera de una situación inédita, en la que para impulsar la actividad económica se mantuvieron las tasas de interés en cero durante casi ocho años y el banco central inyectó millones de dólares al sistema financiero, Yellen corrigió la trayectoria hábilmente.

Cinco alzas en cuatro años

En cuatro años, elevó las tasas cinco veces "sin perjudicar a los mercados financieros", reveló el experto de Brookings, donde Yellen seguirá su carrera como investigadora, según informó el viernes, John Allen, presidente del centro de estudios.

También comenzó a reducir el volumen de activos de la Fed, cuyo balance está abrumado por las compras masivas de bonos del departamento del Tesoro y otros títulos hipotecarios operados en el marco de la política de flexibilidad monetaria.

Los críticos no faltan. En la izquierda, que ha señalado que la recuperación aún se siente como una recesión para los estadounidenses, le reprochan haber aumentado inútilmente las tasas, lo que aumentó el costo del crédito para los consumidores. Mientras que la derecha desaprueba su lentitud para subir las tasas, temiendo un resurgimiento de la inflación.

Sus repetidas advertencias sobre el aumento de la inequidad le valieron reprimendas de legisladores republicanos que la acusaron de "meter la nariz en asuntos que no le corresponden".

En ese campo, Jerome Powell, quien no es un economista de formación sino que un banquero de negocios que conoce bien los mercados financieros, tendrá algo de ventaja ante los legisladores. "Probablemente va a hablar mejor a las personas del Congreso", aseguró Wessel.