El Gobierno estadounidense sancionó al general cubano Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, una de las figuras más poderosas de Cuba y que está al frente del conglomerado de empresas de propiedad militar de la isla.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció en una declaración la inclusión de Rodríguez López-Calleja en la lista de personas “especialmente designadas y bloqueadas” de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés) del Departamento del Tesoro.
Pompeo explicó que “Rodríguez López-Calleja es el jefe del consorcio cubano de propiedad militar Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA)”, que gestiona las joyas económicas de Cuba (turismo, comunicaciones, inmobiliario, comercio y petróleo, entre otras).
A raíz de esta designación, se bloquean todos los activos, propiedades e intereses que Rodríguez López-Calleja pueda tener, directa o indirectamente, bajo jurisdicción de Estados Unidos y se prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con él.
“Los ingresos generados por las actividades económicas de GAESA se utilizan para oprimir al pueblo cubano y para financiar la dominación parasitaria y colonial de Cuba sobre Venezuela”, aseguró Pompeo en su declaración.
“La acción de hoy demuestra el viejo compromiso de Estados Unidos de poner fin a las prácticas económicas que benefician de manera desproporcionada al Gobierno cubano o a sus agencias militares, de inteligencia y de seguridad, o a su personal, a expensas del pueblo cubano y venezolano”, agregó.
El general Rodríguez López-Calleja, considerado una de las figuras más poderosas de la cúpula gobernante cubana y exyerno de Raúl Castro, acompañó al presidente Miguel Díaz-Canel en el viaje que realizó a Estados Unidos en el 2018.
El secretario de Estado reiteró el compromiso del Gobierno del presidente Donald Trump de seguir apoyando al pueblo cubano “en su deseo de un Gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos, incluida la libertad de religión, expresión y asociación”.
“Hasta que se respeten estos derechos y libertades, continuaremos responsabilizando al régimen” cubano, añadió.
Desde su llegada a la Presidencia, en enero del 2017, Trump ha dado marcha atrás a la mayoría de las medidas de acercamiento diplomático y comercial decididas por su antecesor, Barack Obama, con el deshielo de relaciones que inició el 2014 con el entonces presidente cubano, Raúl Castro.
A medida que se acercan las elecciones del próximo 3 de noviembre en Estados Unidos, Trump ha endurecido más su postura y dialéctica hacia Cuba, cortejando el voto del exilio cubano y venezolano, concentrado principalmente en Florida.