(Foto: Difusión)
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anunció que recaudó más de US$ 40 millones en una subasta de crudo iraní que fue requisado en agosto cuando cuatro buques que se dirigían a fueron interceptados.

Washington anunció en agosto la confiscación récord de 1.1 millones de barriles de petróleo que iban a ser vendidos a Venezuela por los Guardianes de la Revolución, una organización iraní que Estados Unidos considera como “terrorista”.

El fiscal general adjunto, John Demers, informó en una que Estados Unidos vendió y entregó el petróleo a un tercero.

El funcionario explicó que el dinero recaudado va a ser entregados a un fondo para las víctimas del “terrorismo”.

“Estimamos que cerca de US$ 40 millones van a ser recuperados por la venta del crudo de esos cuatro buques”, indicó el fiscal que lleva el caso, Michael Sherwin, que señaló que este es el más importante decomiso de petróleo iraní.

Venezuela tiene las reservas probadas de crudo más grandes del mundo pero, ahogada por las sanciones de Estados Unidos y por el colapso de su industria por problemas de gestión, tiene escasez de gasolina.

Su ilegítimo régimen encabezado por - que no está reconocido por Estados Unidos - se ha vuelto hacia aliados como Irán.

En agosto, Teherán negó ser propietario de los buques y afirmó no estar relacionado con la operación.

El gobierno de Donald Trump e Irán están duramente enfrentados desde que Estados Unidos anunció en el 2018 su retiro del acuerdo internacional para frenar el programa nuclear de Teherán.

Desde entonces Washington instauró sanciones incluyendo un embargo para el crudo iraní.