(Foto: AFP).
(Foto: AFP).

El presidente de ,, advirtió que Hong Kong podría perder su condición de centro financiero mundial si se pone en práctica un plan de seguridad a estudio del gobierno de , al tiempo que autoridades del territorio semiautónomo intentaban tranquilizar a los inversores nerviosos por el asunto.

Es "difícil ver cómo Hong Kong puede seguir siendo un centro financiero si China toma el control" absoluto, señaló a periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, destacando que la advertencia vino directamente de Trump, quien se declaró insatisfecho" con el proyecto de Pekín.

Más tarde, el propio mandatario estadounidense dijo a periodistas que esta semana enviará una respuesta "muy interesante" a China por el proyecto de ley, pero no ofreció detalles.

Trump e inmediatos jerarcas ya han amenazado varias veces a Pekín con retirarle el estatuto de comercio preferencial otorgado por Washington a Hong Kong.

Los opositores y críticos del proyecto temen que atente contra las elecciones periódicas, la prensa libre y otros derechos civiles fundamentales que ayudaron a convertir a Hong Kong en una capital financiera internacional que rivaliza con Nueva York y Londres.

El anuncio de la nueva ley, que será redactada por el gobierno central comunista de Pekín omitiendo el parlamento de Hong Kong, provocó el viernes la mayor caída en la bolsa de valores de la ciudad en cinco años.

El texto propone prohibir "la traición, la secesión, la sedición y la subversión" en Hong Kong y Pekín ha pedido que se "aplique sin demora".

Hong Kong relativiza

Este proyecto de ley no afectará el actual sistema y solo tiene fines particulares, afirmó la jefa del ejecutivo local, Carrie Lam, al frente de un ejecutivo completamente alineado con Pekín.

Según la gobernante, es "totalmente infundada" la preocupación por una supuesta restricción de las libertades, en un intento por tranquilizar a los inversores extranjeros y varias capitales occidentales inquietas por la situación en la antigua colonia británica.

Lam garantizó ante la prensa que el proyecto de ley "sólo apunta a un puñado de delincuentes y protege a la gran mayoría de habitantes que respetan la ley y aman la paz".

Esta reacción tras meses de manifestaciones masivas en Hong Kong en el 2019, a menudo violentas, es también una respuesta a la incapacidad de las autoridades locales para hacer aprobar este texto, que ya había suscitado una protesta en el territorio en el pasado.

Lam destacó que las manifestaciones antigubernamentales seguirían estando permitidas si "se desarrollan de manera legal".

El representante de China en Hong Kong, Xie Feng, había afirmado previamente a diplomáticos y empresarios extranjeros que "no hay absolutamente ninguna razón para entrar en pánico" frente a una ley destinada solamente contra "las fuerzas violentas y terroristas".

Muchos ciudadanos de Hong Kong consideran que esta ley es la más grave violación hasta la fecha del principio "un país, dos sistemas", que supuestamente garantiza a Hong Kong libertades desconocidas en otros lugares de China hasta el 2047.

De junio a diciembre, Hong Kong experimentó su peor crisis política desde su retrocesión en 1997, con una impugnación sin precedentes de la tutela china y de las injerencias de Pekín. Este movimiento estuvo plagado de violentos enfrentamientos con las fuerzas antidisturbios.

Desestabilizar la nación

Pekín no dejó de presentar estas protestas como un complot apoyado por el extranjero para desestabilizar la nación.

Por su parte, los partidarios de la democracia afirman que la calle era el único medio de hacerse oír sin sufragio universal.

Tras una larga pausa debido a la epidemia de coronavirus, miles de personas manifestaron nuevamente el domingo en respuesta al proyecto de ley sobre la seguridad.

No se conoce el texto exacto del proyecto de ley, pero el parlamento chino expuso sus grandes líneas la semana pasada y debe, en principio, aprobarlo para el jueves para que entre en vigor en el correr del verano boreal.

Pero el martes, Elsie Leung, exsecretaria de Justicia, dijo que las actividades que buscan socavar al gobierno local podrían estar cubiertas por la ley.

"No creo que el canto de la consigna en sí sea tan importante, pero cuando el canto de consignas se junta con otro comportamiento, eso podría equivaler a una subversión....", afirmó.

Un motivo de preocupación es la disposición que permitiría a los policías chinos operar en Hong Kong, cuya justicia se supone que es independiente.

Muchos lo ven como un riesgo de represión contra la disidencia, ya que las leyes contra la subversión se utilizan frecuentemente en China contra los críticos del régimen.

El comandante de la fuerza militar de China operativa en Hong Kong advirtió que esta ley permitirá "castigar cualquier acto de separatismo".

En los próximos días se prevén nuevas movilizaciones en el territorio semiautónomo a pesar de las prohibiciones de reunión.