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Los estadounidenses pronto podrán obtener medicamentos para reducir el colesterol y otros fármacos con receta de uso generalizado sin ver a un médico, un primer paso en lo que podría representar un cambio radical sobre cómo los pacientes acceden a tratamientos para enfermedades crónicas.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) describió el martes en un proyecto cómo funcionaría este tipo de estatus, lo que según la agencia podría ayudar a reducir los costos de atención médica. Los pacientes podrían responder preguntas en una aplicación de teléfono móvil para ayudar a determinar si pueden acceder a un medicamento sin receta.

"Nuestra esperanza es que las medidas que estamos tomando para avanzar en este marco nuevo y más moderno contribuirán a reducir los costos de nuestro sistema de atención médica en general y proporcionarán una mayor eficiencia y empoderamiento para los consumidores al aumentar la disponibilidad de ciertos productos que de otro modo estarían disponibles solo con receta", dijo el comisionado de la FDA Scott Gottlieb en una declaración.

La propuesta pretende ayudar a las empresas a comenzar a pensar cómo pueden solicitar la aprobación para este tipo de ventas de medicamentos. Una nueva regulación de la FDA que haría que esta vía sea oficial debería estar lista el próximo año. No se espera que la medida permita cambiar los medicamentos con receta al estatus de venta libre, dijo Gottlieb.

En los últimos años, los reguladores han estado enfocados en encontrar una forma de ampliar el acceso a los medicamentos con receta de uso generalizado.

La FDA exploró la idea de una designación de "medicamento sin receta" en el 2007 que habría requerido la interacción con un farmacéutico. En un informe del 2009 sobre la propuesta, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) preguntó si los consumidores terminarían pagando más por sus medicamentos ya que los fármacos sin receta por lo general no están cubiertos por el seguro.

La idea resurgió en el 2012 cuando la FDA evaluó si reclasificar tratamientos para la presión arterial alta, colesterol, migrañas y asma como sin receta. El mercado para este tipo de medicamentos es vasto: las ventas mundiales de fármacos para reducir el colesterol totalizaron US$ 7,330 millones el año pasado, según Bloomberg Intelligence.

EpiPen, naloxona
Poco más de la mitad de los adultos en EE.UU., o alrededor de 43 millones de personas, que necesitan medicamentos para el colesterol los toman, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Alrededor de 75 millones de estadounidenses, o uno de cada tres adultos, tienen presión arterial alta, aunque solo la mitad de ellos tiene controlada la condición, según los CDC.

El informe de la GAO sugirió que los fármacos que combaten las alergias mortales, como EpiPen de Mylan NV, podrían beneficiarse de un estatus similar sin receta. En su declaración, Gottlieb también dijo el martes que la naloxona, el antídoto para la sobredosis de opioides, podría seguir la vía propuesta. La naloxona está disponible sin receta en la mayoría de los estados, aunque se ha informado que su acceso es limitado.

Las compañías farmacéuticas tendrían que enviar datos a la FDA que muestren que los consumidores son capaces de evaluar con precisión su necesidad de un medicamento y su capacidad para usarlo correctamente.

"Nuestro objetivo final de modernizar nuestro marco regulatorio para los medicamentos sin receta es ayudar a facilitar un mercado que sea más competitivo, permita un mayor acceso a productos médicos, empodere a los consumidores en sus decisiones de cuidado de la salud y ofrezca opciones más asequibles para los estadounidenses", señaló Gottlieb.