En el 2020, un número récord de restaurantes cerraron sus puertas para siempre en Estados Unidos. En el 2021, los sobrevivientes de la industria ven una oportunidad sin precedentes.
Los propietarios en crisis están ofreciendo más concesiones que nunca para llenar espacios, mientras que la promesa de un regreso a la normalidad con las vacunas —y una nueva ronda de estímulos gubernamentales— debería liberar una demanda reprimida para salir a cenar. Eso prepara el escenario para una serie de aperturas de restaurantes hasta el próximo año.
Es un panorama muy desigual. Si bien la mayor parte de los 91,000 restaurantes y bares que cerraron en el 2020 eran establecimientos pequeños y de propiedad familiar, muchos de los que ahora se apresuran a abrir son cadenas o conveniencias de la era del COVID —como cocinas fantasmas.
Esto no solo indica una rápida aceleración de una tendencia de décadas de restaurantes locales que dan paso a empresas respaldadas por corporaciones, sino que resalta, una vez más, cómo la pandemia ha exacerbado la desigualdad que marca casi todas las facetas de la economía de EE.UU.: las empresas fuertes, con bolsillos profundos, están prosperando mientras que las más débiles luchan por sobrevivir.
“Es una economía de los que tienen y los que no”, dijo Camille Renshaw, directora ejecutiva de B+E Brokerage, una corredora de bienes raíces comerciales especializada en propiedades de un solo inquilino que a menudo son cadenas de restaurantes. “Las personas con líneas de crédito están accediendo a esas líneas y usándolas de manera bastante oportunista en este momento”.
Chipotle Mexican Grill Inc. planea abrir 200 locales este año. C3, que opera cadenas casuales rápidas y cocinas fantasmas que preparan alimentos solo para entrega, espera firmar 300 nuevos contratos de arrendamiento. Operadores de restaurantes de lujo, como Jason Berry, fundador de Knead Hospitality + Design, también ven una clara oportunidad.
“Cuando la marea se calme, no habrá un mejor momento desde el punto de vista financiero para dar el paso empresarial”, dijo Berry, cuya compañía opera restaurantes en el área de Washington, DC. Espera un fuerte repunte en el 2022 y 2023.
Por supuesto, la oportunidad se debe en gran medida a los cierres generalizados debido a las restricciones de capacidad, la caída de las ventas y los nuevos costos operativos.
Después de cierres sin precedentes el año pasado, se espera que otros 26,000 restaurantes cierren en el 2021 debido a las consecuencias de la pandemia, según una estimación de Technomic, una compañía de investigación con sede en Chicago que se especializa en la industria de servicios de alimentos. Se espera que el crecimiento repunte el próximo año y continúe hasta 2025.