Los grupos que apoyaron a Trump no están satisfechos con el presidente por su actitud ante DACA. (Foto: AFP)
Los grupos que apoyaron a Trump no están satisfechos con el presidente por su actitud ante DACA. (Foto: AFP)

Washington.- El Senado tendrá el lunes un inusual debate abierto sobre inmigración y el destino de los jóvenes migrantes conocidos como “dreamers”. Pero la voz más influyente en la conversación podría estar al otro lado de la Avenida Pennsylvania.

Si el objetivo es aprobar pronto una solución legislativa, el presidente Donald Trump sigue siendo un jugador crucial y, a veces, complicado. Sus diarios cambios de opinión sobre los temas confunden tanto a demócratas como a republicanos y han hecho que algunos pidan a la Casa Blanca que minimice el papel del mandatario en el debate por temor a que diga algo que socave el esfuerzo.

Sin embargo, su apoyo final será vital para que el Congreso supere las presiones en un año electoral para lograr un acuerdo migratorio. Ningún proyecto diseñado en el Senado probablemente verá la luz en la Cámara de Representantes, que es más conservadora, sin la bendición del presidente y la promesa de vender un acuerdo a su base más dura. Trump, hasta ahora, se ha resistido en ese frente.

“Trump el Martes versus Trump el Jueves, después de que su base se le acerca”, dijo el senador Jeff Flake, republicano por Arizona, para describir al presidente y el impacto que los votantes conservadores y sus consejeros de extrema derecha tienen en él. “No sé hasta dónde llegará, pero creo a él que le gustaría arreglarlo”, comentó.

El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, programó una votación inicial para el lunes por la noche para comenzar el debate. Se espera que tenga éxito fácilmente, y luego el Senado pasará días o semanas, nadie sabe cuánto tiempo, analizando las propuestas.

Demócratas y algunos republicanos dicen que quieren ayudar a los "dreamers", jóvenes inmigrantes que han vivido sin permiso en Estados Unidos desde que eran niños y que cuentan con una protección temporal de la deportación gracias al programa conocido como DACA creado durante el gobierno de Barack Obama. Trump ha dicho que quiere ayudarlos e incluso ha propuesto un camino hacia la ciudadanía para 1,8 millones, pero a cambio quiere 25.000 millones de dólares para un muro en la frontera con México, además de importantes restricciones a la inmigración legal.