Estados Unidos
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En lo que podría ser uno de los mayores cambios al programa de cupones de alimentos de Estados Unidos en sus cinco decenios de historia, el presidente está proponiendo eliminar los pagos en efectivo y reemplazarlos con la entrega de “alimentos cultivados 100% en el país”.

Los cambios, delineados el lunes en la propuesta de presupuesto presentada por Trump, reestructurarían el Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria, o SNAP (en inglés), que ofrece ayudas aproximadamente a uno de cada ocho estadounidenses, al reducir en cerca de un tercio su gasto en efectivo.

El plan es parte de una campaña para reformar SNAP y ahorrar unos US$ 214,000 millones en un período de diez años. La propuesta contempla entregar a todos los hogares que reciben más de US$ 90 al mes en subsidios en efectivo un paquete de ayuda alimentaria que incluiría productos como “leche de larga duración, cereales instantáneos, pasta, mantequilla de cacahuete, alubias y fruta en conserva, verduras, y carne, pollo o pescado”.

Las acciones de Dollar Tree Inc., y Dollar General Corp. cayeron el lunes después de conocerse el plan.

La llamada America’s Harvest Box del Departamento de Agricultura (USDA, en inglés) “es un enfoque audaz e innovador para proporcionar alimentos nutritivos a personas que necesitan ayuda para alimentarse a sí mismos y a sus familias, y todos los productos provendrán de agricultores y productores estadounidenses”, dijo el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, en un comunicado.

La reacción fue tímida en el Capitolio, donde los comités de Agricultura de ambas cámaras del Congreso están trabajando en las reautorizaciones del programa de cupones de alimentos, como parte de la ley agrícola que expira el 30 de septiembre.

Programas del USDA
El programa de cupones de alimentos benefició a 42.2 millones de personas y 20.9 millones de hogares durante el año fiscal del 2017.

El beneficio promedio recibido por hogar fue de US$ 254.14, así que el 81% de los hogares que reciben la ayuda serían incluidos en la iniciativa, según el USDA. La asistencia del SNAP costó US$ 68,100 millones en el 2017, con US$ 63,700 millones destinados a la entrega de beneficios.

Según el plan, la cantidad de comida que recibe un hogar se ajustaría al tamaño de la asignación, y casi la mitad de la asistencia se entregaría en forma de alimentos en lugar de efectivo. El USDA ya compra materias primas para otros programas, como el que cubre los almuerzos en las escuelas a nivel nacional, y los estados estarían a cargo de la distribución, dijo el Departamento.

Los principales grupos de presión de la industria agrícola y de alimentos evitaron comentar la medida, mientras un grupo de acción contra el hambre se declaró alarmado por la propuesta. 

El plan reemplazaría un sistema que funciona “con uno de diseño excesivamente complicado de distribución alimentos a través de cajas, que será administrativamente costoso, ineficiente, estigmatizador y proclive al fracaso”, dijo Jim Weill, presidente del Centro para la Investigación y Acción de Alimentos, en un comunicado.