Si Europea desea continuar vendiendo autos a los estadounidenses, entonces que se fabriquen en Estados Unidos, dijo el presidente Trump. (Foto: AFP)
Si Europea desea continuar vendiendo autos a los estadounidenses, entonces que se fabriquen en Estados Unidos, dijo el presidente Trump. (Foto: AFP)

 no eliminará los aranceles aduaneros sobre los automóviles provenientes de países de la (UE), hasta que los fabricantes europeos no los produzcan en Estados Unidos, dijo el viernes en Fox Business News.

Preguntado sobre la posibilidad de terminar con los impuestos de aduana, el presidente de Estados Unidos respondió: "Podría hacerlo con algunos productos, pero no con los autos. Porque tienen BMW, tienen Mercedes, tienen un montón de buenos autos que nos llegan acá".

"Quiero que los produzcan aquí [...] Si desean continuar vendiéndolos a los estadounidenses, fabríquenlos aquí", insistió, afirmando nuevamente que la UE impone muchos impuestos sobre los productos estadounidenses.

Trump también rechazó la propuesta de la UE de terminar con el impuesto del 25% sobre las camionetas estadounidenses "porque una Chevrolet jamás será aceptada en Europa como lo es un Mercedes aquí, así que no es un buen trato".

El desequilibrio comercial entre la UE y Estados Unidos plantea un problema de seguridad nacional, según el inquilino de la Casa Blanca, quien pronto decidirá si impone un recargo de aduana del 25% en el sector automotor.

Washington y Bruselas han estado trabajando durante meses para implementar el acuerdo comercial anunciado a fines de julio por Trump y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, incluyendo la negociación de un acuerdo comercial limitado a productos industriales.

El anuncio había permitido una tregua en las tensiones entre las dos partes, cuando Trump amenazó con poner impuestos a la industria automovilística europea.

Pero las dos partes aún no han iniciado formalmente sus negociaciones, ya que los estados miembros de la UE no han llegado a un consenso sobre el tema.

Berlín quiere evitar los impuestos sobre los automóviles a toda costa, un sector vital para su economía. Por otra parte, París está frenando la apertura de las negociaciones por temor a despertar a los opositores del libre comercio en plena crisis de los "chalecos amarillos" y a pocas semanas de las elecciones europeas.