Por Noah Smith

Algunos partidarios del presidente de,, argumentan que su agenda restrictiva solo se dirige a la inmigración ilegal, pero esa idea ahora ha sido rechazada de manera decisiva.

Muchos de los centroamericanos que actualmente están siendo detenidos por el gobierno de Trump están buscando asilo legalmente, en lugar de ser personas que intentan ingresar al país sin permiso. Sin embargo, durante una reunión informativa reciente, el presidente declaró:

"Nuestro país está lleno. Nuestra área está llena. El sector está lleno... No puedo llevarte más. Lo siento, da la vuelta, así es la cosa".

Las medidas del presidente demuestran que habla en serio. Trump ha iniciado una purga de funcionarios en el Departamento de Seguridad Nacional a quienes considera que no son suficientemente estrictos con los inmigrantes, y dijo que el asesor de línea dura Stephen Miller ahora está "a cargo" de la política de inmigración.

Esto podría indicar que Trump planea renovar su polémica política de separación familiar, cerrar la frontera mexicana, reducir la ciudadanía por derecho de nacimiento o promulgar una cantidad indefinida de políticas nativistas severas.

Pero, ¿qué hay de la afirmación central de Trump de que Estados Unidos está "lleno"? ¿Es eso cierto? Aunque no existe una definición ampliamente aceptada de lo que significa que un país esté lleno, la respuesta es probablemente no.

Primero, aunque Estados Unidos posee una densidad de población más alta que Canadá o Australia, aún está escasamente poblado en comparación con la mayoría de los otros países desarrollados:

Por supuesto, la densidad demográfica por sí sola no expresa realmente si un país puede albergar a más personas. Gran parte de Canadá y Rusia, por ejemplo, no es ideal para el asentamiento humano (aunque el calentamiento global puede cambiar esto). Australia, en tanto, no posee tierra suficiente para cultivar.

En contraste, Estados Unidos posee mucha tierra disponible para la agricultura: 16.6%, en comparación con el 12.7% en , un país con una población cuatro veces superior y con aproximadamente la misma extensión territorial. Gracias a su generosa naturaleza, Estados Unidos es uno de los principales productores de alimentos del mundo y, fácilmente, el principal exportador de alimentos del mundo. No tendría problemas para alimentar a una población mucho mayor.

Un recurso natural igualmente importante es el agua, especialmente cuando el cambio climático comienza a causar estragos. En este punto, Estados Unidos vuelve a verse mejor que la mayoría de los otros países desarrollados:

Y, por supuesto, gracias a los recientes avances en fracturación hidráulica, Estados Unidos también es autosuficiente en energía.

Así que en términos de espacio y recursos naturales, Estados Unidos está lejos de estar lleno. Muchos estados, como Nueva York, Illinois, Connecticut y Louisiana, en realidad están perdiendo población.

Varias áreas metropolitanas, incluidas las que rodean Chicago, Detroit, Baltimore y St. Louis, también están perdiendo gente.

La población de Estados Unidos sigue creciendo, pero la tasa se está desacelerando: 0.62% en 2018, aproximadamente la mitad de la tasa de los años noventa. Parte de esto se debe al fin de la inmigración masiva desde , pero otra parte corresponde a una baja en la tasa de fertilidad de Estados Unidos.

La tasa de fertilidad de Estados Unidos, de 1.8 hijos por mujer, ahora está muy por debajo de los 2.1 necesarios para la estabilidad de la población a largo plazo. En otras palabras, sin una inmigración continua, la población de Estados Unidos alcanzará su punto máximo y disminuirá.

Además, la caída en la tasa de fertilidad parece no ser solo una respuesta temporal a las dificultades económicas de la Gran Recesión, sino un cambio estructural. La fertilidad hispana ha convergido con los niveles de fecundidad de reemplazo de blancos y negros:

El economista Lyman Stone predice que la tasa de fertilidad caerá aún más, a 1.5 o incluso a 1.4. Esto pondría a Estados Unidos en la misma situación que países como Japón, donde una población que envejece rápidamente representa una carga cada vez mayor para los jóvenes y disminuye el deseo de las empresas de invertir en el país.

Entonces, en lugar de estar lleno, muchas partes de Estados Unidos están en peligro de quedar vacías. Pero, paradójicamente, algunas ciudades estadounidenses parecen que en verdad se están llenando. Estas son las ciudades superestrella: la ciudad de Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y unas cuantas otras, donde las industrias del conocimiento se han agrupado en los últimos años, lo que ha generado una afluencia de trabajadores altamente remunerados y un alza en los alquileres.

Hasta ahora, la política local en la mayoría de estas ciudades no ha permitido que la construcción de una nueva oferta de vivienda se adapte al aumento de la demanda (aunque algunas lo han hecho mucho mejor que otras).

Así que el problema de la población en Estados Unidos radica específicamente en la ubicación. En vez de mantener a los inmigrantes fuera del país, el gobierno debería concentrarse en enviarlos a lugares donde la población está estancada o en declive y la economía debe reforzarse. The Economic Innovation Group, un centro de investigación, sugiere utilizar visas destinadas a lugares específicos para enviar inmigrantes calificados a regiones en declive poblacional.

Pero incluso los trabajadores poco calificados pueden contribuir con más vida a las ciudades con escasez de habitantes en las zonas rurales de Estados Unidos.

Al esforzarse tanto para evitar que los extranjeros se muden a Estados Unidos, Trump amenaza con condenar al país al declive demográfico, y a disminuir su relevancia, dinamismo y poder. Abrazar el mito de que el país está lleno sería un error de proporciones históricas.