La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki,. (Foto: SAUL LOEB / AFP).
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki,. (Foto: SAUL LOEB / AFP).

Estados Unidos señaló que su prioridad es vacunar lo antes posible a su población, al defender su decisión de no compartir sus dosis con otros países o aliados, entre ellos Europa.

Ha habido peticiones de todo el mundo, por supuesto de varios países que han solicitado dosis a Estados Unidos y no hemos proporcionado dosis del Gobierno estadounidense a nadie”, señaló la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

La declaración de Psaki tiene lugar dos días después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, confirmara que su Gobierno “compartirá” las vacunas de COVID-19 que ha adquirido con el resto del mundo si tiene excedentes.

Si tenemos excedentes, los vamos a compartir con el resto del mundo”, dijo Biden el miércoles durante un acto en la Casa Blanca para celebrar el acuerdo por el que la farmacéutica Merck ayudará a fabricar la vacuna de Johnson & Johnson.

Medios periodísticos estadounidenses difundieron una información, según la cual la Casa Blanca comunicó a la Unión Europea que no esperara recibir en el corto plazo las vacunas de AstraZeneca contra el COVID-19 fabricadas en Estados Unidos.

La portavoz estadounidense dijo hoy que “no se trata de Europa”, sino del enfoque y la prioridad de la Administración de Biden de acelerar el ritmo de vacunación que, dijo, han declarado “pública y claramente”.

Los países del Viejo Continente han enfrentado retrasos en las entregas de las dosis por parte de los fabricantes, entre ellos AstraZeneca, que prometió echar mano de las vacunas producidas fuera de Europa o en Estados Unidos para alcanzar los despachos prometidos.

“Existe una obligación contractual de entregar las dosis de Estados Unidos y de cumplir con ese contrato AstraZeneca no es una empresa de Estados Unidos, también pueden trabajar con cualquier país para cumplir y trabajar en un acuerdo para dar acceso a las dosis”, añadió Psaki.

En la misma línea se expresó el coordinador para el COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, quien indicó que Estados Unidos, ha sufrido “más de medio millón de muertes, más que cualquier país del mundo”.

Así que nos centramos, con razón, en que los estadounidenses se vacunen lo antes posible”, alegó el funcionario, quien, pese a asegurar que están satisfechos con las cifras de dosis administradas, admitió que “aún queda un largo camino por recorrer”.

Sabemos -agregó- que se trata de una pandemia mundial y que el virus no tiene fronteras”.

De allí que destacó el aporte de Estados Unidos al mecanismo de distribución de vacunas COVAX, del que hace parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al que la primera potencia ha prometido destinar más de US$ 4,000 millones.

Zients puntualizó que Estados Unidos dispone de un “pequeño inventario” de la vacuna de AstraZeneca, que, de ser aprobada, podrán entregar a los estadounidenses “lo más rápido posible”.

Estamos esperando el ensayo clínico y luego la decisión de la FDA (siglas en inglés de la Administración de Medicamentos y Alimentos) y los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades)”, sostuvo.

En su primer discurso a la nación desde que llegó al poder en enero, Biden ordenó este jueves a los estados del país garantizar que todos los adultos puedan pedir cita para vacunarse cuando llegue mayo, con el objetivo de que Estados Unidos empiece a marcar su “independencia del virus” para el festivo del 4 de julio.

Estados Unidos se acerca a los 30 millones casos del COVID-19 y acumula más de 530,000 fallecidos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, lo que lo convierte en el país más golpeado por la pandemia del coronavirus en el mundo.