(Foto: AFP)
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Un equipo de tres periodistas y dos editores de trabajó durante cuatro años para dar con los detalles de las declaraciones de impuestos que el presidente estadounidense, , ha intentado ocultar desde que se postuló a la Presidencia y que muestran contribuciones mínimas, exposición a deudas millonarias, dudosas prácticas fiscales y posibles conflictos de interés.

Los periodistas Russ Buettner, Susanne Craig y Mike McIntire, apoyados por Paul Fishleder, veterano editor de investigaciones, y Matthew Purdy, subdirector del periódico, publicaron este domingo “la más competa foto hasta la fecha de los negocios y finanzas del presidente”, señaló en un nota que acompañaba a la exclusiva Dan Baquet, director ejecutivo del diario.

El equipo del New York Times se ha hecho con una exclusiva basada en un gran número de documentos provistos por “fuentes con acceso legal a ellos” y que no han sido revelados para proteger el anonimato de esas fuentes, que Baquet recuerda “asumen un alto riesgo personal para contribuir a informar al público”.

Durante el último año, ninguno de los tres reporteros publicó más de media docena de artículos en el periódico y la mayoría de ellos estaban relacionados con temas que paralelamente tenían que ver con los negocios o impuestos de Trump, lo que muestra la dedicación exclusiva de este equipo, que ha hecho méritos para los premios Pulitzer del año próximo.

“Los reporteros que han examinado los documentos han estado cubriendo las finanzas e impuestos del presidente durante casi cuatro años”, señaló Baquet.

Michael Luo, editor de la revista , opinó en Twitter: “Ningún otro medio en el mundo podría invertir el tiempo y recursos en las investigaciones de los impuestos de Trump del New York Times ¿Tal vez el Washington Post o ProPublica? Tres reporteros, tiempo ilimitado. Apoyen el periodismo de investigación, es el baluarte de nuestra democracia”, dijo.

El relato pormenorizado de 10,000 palabras apareció el domingo en la web del diario y este lunes ocupa la portada casi entera y seis páginas de la versión en papel, donde se analizan cómo Trump evitó pagar impuestos durante más de una década y, en el 2016 y 2017, desembolsó sendos montos de US$ 750.

La investigación describe una compleja madeja de negocios, ingresos, deudas y deducciones que han permitido al mandatario evitar pagar impuestos durante los últimos 20 años, pero también cómo una gran parte de sus negocios son sumideros de dinero que no aportan beneficios.

Asimismo, expone cómo el mandatario tiene más de US$ 300 millones en préstamos e hipotecas a su nombre que vencen en los próximos cuatro años, con lo que si fuera reelegido en las elecciones de noviembre estaría al mando del Ejecutivo mientras se enfrenta a una posible insolvencia.

Además, podría enfrentarse a la obligación de devolver US$ 72.9 millones en impuestos que el IRS le reintegró, que con el pago de intereses y penalizaciones podrían superar los US$ 100 millones. Este caso está pendiente de una auditoria que parece estar atascada en la misma burocracia que Trump supervisa.

Según le profesora de la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia Emily Bell, esta es “una foto dañina y constitucionalmente peligrosa”, aunque no es realmente una sorpresa si se tienen en cuenta las revelaciones sobre las finanzas de Trump que han ido surgiendo desde que anunció su intención de ser presidente, en junio del 2015.

Ryan Mac, corresponsal tecnológico de Buzzfeed, alabó al New York Times por haber examinado el complejo universo fiscal de y, a la par, haberlo presentado de manera tan clara: “Es una historia rigurosa y densa para aquellos que buscan el detalle, pero hay una conclusión final que la gente va a recordar durante mucho tiempo: los US$ 750”.

The New York Times, que publicará más información en el futuro sobre los impuestos de Trump, ha mantenido en un secreto impermeable la elaboración de esta exclusiva e incluso personas cercanas al equipo no se percataron de lo que se estaba gestando.

Rukmini Callimachi, corresponsal del diario para temas de extremismo radical, aseguró hoy que pese a que había personas de su mesa encargadas del reportaje, “no tenía ni idea que estaban trabajando en ello”.