(Foto: REUTERS)
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Pekín describió este miércoles como “típica farsa estadounidense” los llamados de legisladores a quitar patrocinio a los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 por preocupaciones por los derechos humanos.

En una extensa audiencia el martes, miembros del Congreso acusaron a representantes de cinco grandes empresas estadounidenses, incluidas Visa y Airbnb, de apoyar un presunto genocidio y otros abusos de derechos humanos contra las minorías musulmanas en la región china de Xinjiang si seguían patrocinando los Juegos.

En respuesta, acusó a los congresistas de “politizar el deporte” y de difamar a China basándose en prejuicios.

“Las declaraciones... están llenas de arrogancia, ignorancia y mentiras. Es una típica farsa estadounidense, la cual es impopular y está condenada a fracasar”, declaró Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Exteriores.

“China se opone con firmeza a cualquier intento de interferir, obstruir y sabotear la preparación y celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín”, añadió Zhao. “Lo que viola seriamente el espíritu de la Carta Olímpica”.

afirma que Pekín está llevando a cabo un genocidio contra los uigures y otros pueblos túrquicos musulmanes en Xinjiang.

Los expertos calculan que más de un millón de personas que han sido internadas en campos de reeducación.

Pekín niega el genocidio y ha descrito los campos como centros de entrenamiento profesional, una afirmación desestimada por los uigures, quienes aseguran que están siendo forzados a renunciar a sus tradiciones religiosas.

Las acusaciones han estimulado un coro creciente para el boicot de los Juegos por parte de activistas de derechos humanos, la diáspora uigur e incluso miembros del Parlamento británico.

Un grupo bipartidista de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidió un boicot diplomático de los Juegos en una enmienda el martes.

Ejecutivos de Visa y Airbnb evitaron comprometerse a abandonar su patrocinio a los Juegos, mientras que un representante de Intel dijo que el patrocinio “no niega ni debilita nuestro compromiso de respetar los derechos humanos”.

La administración del presidente ha rechazado hasta el momento emprender un boicot oficial a los Juegos que tienen que celebrarse en febrero.

Pero el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el mes pasado que Washington estaba hablando con otros aliados para una posible estrategia común con respecto a los Juegos.

Los Juegos de Invierno en Pekín se consideran un acontecimiento que pretende cimentar el éxito de China en el control del coronavirus y celebrar sus logros poco después del centenario del Partido Comunista Chino.