"El cambio climático causará pérdidas de crecimiento a la infraestructura y propiedad estadounidense", señala el informe. (Foto: AP)
"El cambio climático causará pérdidas de crecimiento a la infraestructura y propiedad estadounidense", señala el informe. (Foto: AP)

"¿Es elitista querer beber agua y respirar aire limpios?", se pregunta la congresista Alexandria Ocasio-Cortez en una intervención que se hizo viral este jueves en respuesta a un senador que dijo que su propuesta para frenar el cambio climático en solo está al alcance de los ricos.

Presentado con carácter de urgencia, el "Green New Deal" (Nuevo Pacto Verde) defendido por Ocasio-Cortez es una iniciativa para que Estados Unidos acabe con sus emisiones contaminantes en 10 años, al producir el 100% de su energía mediante fuentes renovables.

Calificado de ambicioso y extremo, el programa ecologista no ha sido bien recibido por los conservadores, pero tampoco por gran parte de los compañeros progresistas de la joven política.

Esta semana ningún representante apoyó llevar la propuesta al Senado, que quedó con 0 votos a favor, entre críticas de que era un plan "destructivo" para la economía estadounidense y el silencio de quienes no se atrevieron a opinar y se abstuvieron.

"Esto es serio, es una emergencia. Esto va de nuestras vidas. No debería ser un asunto partidista", denunció Ocasio-Cortez ante la negativa de los legisladores.

Durante el debate, el republicano Sean Duffy opinó que el plan era "elitista" y que solo "está bien" para los "progresistas ricos" que pueden permitirse casas que no contaminan y tienen consumo energético eficiente.

"Díganle eso de que es elitista a los niños en el sur del Bronx (el barrio más pobre de Nueva York) que sufren las tasas más altas de asma infantil", respondió una Ocasio-Cortez visiblemente enfadada.

La representante mostró su indignación ante el calificativo de "elitista", una opinión muy extendida entre ciertos sectores que consideran que el es un problema ajeno a las familias preocupadas por llegar sin apuros a fin de mes.

Pero Ocasio-Cortez pudo acertar al poner el foco en las clases desfavorecidas, aquellas que viven en el sur del Bronx o en los barrios menos atractivos de las ciudades por la cantidad de residuos industriales que concentran.

Este mismo mes, un estudio de las universidades de Washington y Minnesota calculó la diferencia entre lo que las personas contribuyen a la contaminación con sus actividades y lo que posteriormente les afecta.

Los resultados fueron claros: Las comunidades hispanas y afroamericanas de Estados Unidos soportan una carga desproporcionada de contaminación que causan principalmente estadounidenses blancos no hispanos.

Ambas comunidades, recordó la investigación, son por lo general las más desfavorecidas económicamente por circunstancias muy prolongadas en el tiempo como la desigualdad, las diferencias en su formación e ingresos, y la poca representación política que tienen.

Así, los estadounidenses blancos consumen mayores cantidades de bienes y servicios, lo que los sitúa como principales responsables de generar contaminación.

Sin embargo, la comunidad más rica del país está sometida a un 17% menos de polución respecto a la que ocasionan con su actividad, mientras que los afroamericanos reciben un 56% más de la generada por su consumo y entre los latinos el porcentaje llega al 63%.

"Es un problema de calidad de vida", sentenció Ocasio-Cortez tras enumerar los territorios que, de no frenar el cambio climático, quedarían inundados, desérticos o desaparecerían.

El entusiasmo demostrado por esta joven política, que en un año ha pasado de trabajar de camarera a ser una de las "líderes milenial" más populares, contrasta con la pasividad de la Administración de , quien sacó a Estados Unidos del, el convenio internacional más ambicioso contra el cambio climático hasta la fecha.

Ante esta coyuntura, Ocasio-Cortez dudó del buen hacer de los políticos y cuestionó: "¿La gente está más preocupada por ayudar a las compañías petroleras que a sus propias familias?". "No lo creo", se autorrespondió.

La promotora del "pacto verde" puso como ejemplo la crisis del agua en Flint, una localidad cercana a Detroit en la que por varios errores en las depuradoras el líquido quedó contaminado por plomo, afectando a unos 10,000 residentes que presentaron niveles de este elemento en la sangre.

"Díganle que es una preocupación elitista a las familias de Flint, que tienen hijos en los que los niveles de plomo siguen aumentando y están dañados por el resto de sus vidas. Llámenlos elitistas", zanjó ante la inacción del poder político.