Joe Biden y Pete Buttigieg. (Foto: AFP)
Joe Biden y Pete Buttigieg. (Foto: AFP)

El presidente electonominó a su antiguo rival como secretario de Transporte y pretende elegir a la exgobernadora de Michigan,, como secretaria de Energía.

Buttigieg sería la primera persona abiertamente gay en ser confirmada por el Senado para un puesto en el gabinete. Con 38 años de edad, el exalcalde de South Bend, Indiana, también añadiría una dinámica joven a un gobierno entrante que hasta ahora ha estado dominado en gran medida por líderes que tienen décadas de experiencia en Washington.

Granholm, de 61 años, fungió como fiscal general de Michigan de 1999 al 2003 y fue la primera gobernadora de Michigan, cargo que ocupó durante dos periodos, del 2003 al 2010. Apoyó la candidatura presidencial de Biden y ha criticado los intentos del presidente para revertir los resultados de las elecciones, acusándolo de “envenenar la democracia”.

Su posible nominación fue confirmada por dos personas que están familiarizadas la selección. Hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizadas para hablar públicamente antes del anuncio del presidente electo.

Biden ha anunciado constantemente sus elecciones para el gabinete. Ya eligió al exasesor del expresidente Barack Obama, Tony Blinken, como secretario de Estado; al general retirado del ejército, Lloyd Austin, como su secretario de Defensa, y a la expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, como su secretaria del Tesoro.

También eligió al exsecretario de Agricultura, Tom Vilsack, para que vuelva a ocupar ese puesto durante su gobierno y a la representante Marcia Fudge para asumir el cargo de secretaria de Vivienda y Desarrollo Humano.

Buttigieg se convirtió en una figura importante en la política nacional cuando estuvo entre los que desafiaron a Biden para la nominación a la presidencia por el Partido Demócrata este año.

Sin embargo, su campaña no pudo atraer a los votantes afroestadounidenses quienes desempeñan un papel clave en la política demócrata.

A medida que las primarias se movían a estados más diversos como Carolina del Sur, Buttigieg empezó a flaquear y rápidamente se retiró de la contienda. Su respaldo a Biden dio lugar a una pronta unificación del partido en torno a su candidato final.

En cuanto a Granholm, como secretaria de Energía estará involucrada en llevar a cabo el prometido plan climático de 2 billones de dólares de Biden, considerada la labor más grande y más ambiciosa del país para reducir las emisiones derivadas del uso de combustibles fósiles que están calentando peligrosamente la atmósfera de la Tierra.

La elección de Buttigieg para secretario de Transporte generó elogios por parte de los grupos de derechos LGBTQ, con uno de ellos que dijo que era “un nuevo hito en el esfuerzo de décadas” para que la comunidad tenga representación en el gobierno estadounidense.

“Su impacto repercutirá mucho más allá del departamento que dirigirá”, añadió Annise Parker, presidenta y directora ejecutiva del grupo LGBTQ Victory Institute.

Biden también tiene planeado recurrir a Gina McCarthy, exdirectora de la Agencia de Protección Ambiental, para que encabece sus ambiciones de una campaña masiva y coordinada a nivel nacional para combatir el cambio climático.

Su contraparte en las labores climáticas será el exsecretario de Estado, John Kerry, quien anteriormente fue elegido por Biden para que sea su enviado climático para asuntos de seguridad nacional.