El gobierno ruso afirma que los aranceles estadounidenses violan provisiones del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994 y el Acuerdo de Salvaguardia. (USI)
El gobierno ruso afirma que los aranceles estadounidenses violan provisiones del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994 y el Acuerdo de Salvaguardia. (USI)

El , el combustible fósil más limpio y de rápido crecimiento, se ha encontrado quizás en la esquina más extraña de la multimillonaria entre las dos economías más grandes del mundo.

Cuando agregó aranceles a US$ 34,000 millones en bienes chinos el mes pasado, China respondió con su propia lista que incluía gas natural por tuberías de EE.UU.

Y cuando el presidente agregó el martes US$ 200,000 millones en artículos a la posible lista de aranceles, incluyó el gas natural licuado (GNL) de China.

Por supuesto, ninguno de los flujos de comercio existe. China es el segundo mayor importador mundial de GNL y no tiene plantas de licuefacción capaces de exportar el combustible. Y, a menos que alguien construya un oleoducto submarino de 6,200 millas (casi 10,000 kilómetros) del que hasta ahora nadie tenía conocimiento, EE.UU. no exporta gas por tubería a China.

El gas no es el único producto que está siendo agregado incongruentemente a la disputa comercial. Por ejemplo, EE.UU. incluyó truchas vivas en la lista de aranceles más reciente, aunque aparentemente este pez no se ha enviado vivo de China a EE.UU. desde al menos 1992, según datos comerciales de la Oficina del Censo de EE.UU.

Las radios y reproductores de cinta para automóviles también están en la lista de Trump, aunque no se han importado de China desde el 2006, cinco años después de la aparición del iPod, según la oficina. Y EE.UU. agregó aranceles a la energía eléctrica de China, aunque la falta de líneas de alta tensión transpacífico probablemente sea la barrera más obvia al comercio.