FOTO 8 | Auto grande: Buick LaCrosse. Es un automóvil de segmento D producido por Buick y Daewoo Motors bajo la empresa estadounidense General Motors. Sustituyó al Buick Century y Regal en América del Norte a partir del año 2005.
FOTO 8 | Auto grande: Buick LaCrosse. Es un automóvil de segmento D producido por Buick y Daewoo Motors bajo la empresa estadounidense General Motors. Sustituyó al Buick Century y Regal en América del Norte a partir del año 2005.

El sector empresarial estadounidenses, e incluso los líderes republicanos, han advertido al presidente Donald Trump que su guerra comercial podría terminar borrando parte de los ahorros obtenidos por el fuerte recorte de la tasa impositiva a las empresas.

Ahora existe cierta evidencia del daño que se puede ocasionar.

El efecto en el 2018 de los aranceles al acero y el aluminio promulgados en marzo es mayor que los ahorros fiscales del primer trimestre para General Motors Co., Ford Motor Co. y Fiat Chrysler Automobiles NV, según datos compilados por Bloomberg y estimaciones proporcionadas por el analista de Nomura Anindya Das.

Asumiendo los mismos ahorros impositivos de una tasa corporativa más baja cada trimestre, los aranceles al acero y el aluminio podrían restar entre un tercio y más de la mitad de los beneficios fiscales en el 2018, según muestra el análisis de Bloomberg.

"Los aranceles al acero y el aluminio perjudican", dijo Ed Cohen, vicepresidente de Honda Motor Co. para asuntos gubernamentales e industriales. "La reforma tributaria apuntaba a estimular la actividad económica y esto tendrá el efecto económico opuesto".

Por ejemplo, Ford ahorró alrededor de US$ 208.4 millones en impuestos en el primer trimestre bajo una tasa corporativa de 21% aplicada a su beneficio, comparado con un escenario en que se hubiera aplicado la tasa antigua de 35% a la misma ganancia. Los aranceles al acero y el aluminio le costarán al fabricante de automóviles alrededor de US$ 509 millones en el 2018, según estimaciones de Nomura.

Los costos de General Motors para el año podrían sumar US$ 493 millones después de que ahorró casi US$ 339 millones en el primer trimestre. Y Fiat Chrysler registrará casi US$ 100 millones más en costos arancelarios en el año en comparación con sus ahorros en el primer trimestre.

Estas cifras estiman cómo la reducción en tasa del impuesto a las empresas desde el 35% al 21% está afectando los balances de las empresas, basándose en las ganancias del primer trimestre.

Los cálculos no consideran otros factores, como depreciación, créditos por impuestos pagados en el extranjero u otros cargos o cargo fiscales únicos que pueden alterar la tasa impositiva general de una empresa.

Aumento de US$ 73,000 millones

Los datos de Bloomberg solo consideran los efectos del gravamen de 25% al acero importado y el arancel de 10% al aluminio, que serían eclipsados por un potencial arancel de 25% a los automóviles y camiones importados que Trump ha amenazado imponer.

Se estima que los aranceles al acero y el aluminio cubren alrededor de US$ 48,000 millones de las importaciones. Estados Unidos importó US$ 293,000 millones en vehículos el año pasado, lo que equivaldría a un aumento de impuestos de US$ 73,000 millones, de acuerdo con estimaciones de Tax Foundtaion.

La probabilidad del arancel a los automóviles podría estar más clara después de que Trump se reúna el miércoles con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para abordar las tensiones comerciales.

Trump pareció advertir a los socios comerciales de Estados Unidos en un mensaje en Twitter el martes antes de la reunión, en que dijo: "¡Los aranceles son los mejores!" Además, amenazó con imponer más sanciones a menos que se negocie un "trato justo".

Los analistas no proporcionaron estimaciones sobre los efectos que tendría un arancel de 25% sobre los fabricantes estadounidenses de automóviles, porque es demasiado difícil de calcular sin saber si Estados Unidos permanecerá en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).