Los operadores de telefonía móvil Verizon y AT&T aceptaron a mediados de enero demorar la activación de torres 5G instaladas cerca de algunos aeropuertos, evitando así una perturbación masiva del tráfico aéreo. (Foto: Getty Images)
Los operadores de telefonía móvil Verizon y AT&T aceptaron a mediados de enero demorar la activación de torres 5G instaladas cerca de algunos aeropuertos, evitando así una perturbación masiva del tráfico aéreo. (Foto: Getty Images)

Los problemas relacionados a las antenas 5G alrededor de los aeropuertos se resuelven de manera progresiva, pero tomará al menos un año resolver definitivamente la situación, indicó la autoridad de la aviación civil de Estados Unidos, la FAA.

La agencia temía interferencias entre las nuevas frecuencias del internet ultrarrápido y aquellas utilizadas por los importantes instrumentos para la seguridad de los vuelos, los radioaltímetros, en caso de escasa visibilidad.

Los operadores de telefonía móvil Verizon y AT&T aceptaron a mediados de enero demorar la activación de torres 5G instaladas cerca de algunos aeropuertos, evitando así una perturbación masiva del tráfico aéreo.

La gran mayoría de aviones comerciales están ahora autorizados a aterrizar en la mayoría de los casos, pero aún hay problemas con algunas aeronaves.

La FAA “está desarrollando nuevas normativas” para los radioaltímetros y “es posible que algunos radioaltímetros actuales” no las cumplan, indicó el administrador de la entidad, Steve Dickson, durante una audiencia en el Congreso estadounidense. Entonces, será necesario reemplazarlos.

Dickson también precisó que la agencia llevaba a cabo pruebas para saber si el despliegue de antenas 5G no planteaba problemas particulares con los teléfonos móviles que no estuvieran en “modo avión” durante los vuelos.

Interrogado por el hecho de que la FAA haya tomado tanto tiempo antes de solicitar medidas para evitar problemas de seguridad con el despliegue de las frecuencias 5G a finales del 2021, Dickson reconoció que el proceso de coordinación entre los diferentes actores “no había servido a nadie”.

Una de las principales razones, según él, es que las compañías de telecomunicaciones han tardado en compartir con la FAA información que nunca habían compartido.