(Foto: Getty Images/ AFP)
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Los economistas debaten cuán cerca está Estados Unidos del pleno empleo, pero se discute menos sobre dónde están las limitaciones más cruciales en el mercado laboral.

Si tenemos escasez de cocineros, la economía puede adaptarse sin siquiera agregar nuevos cocineros: los salarios de los cocineros existentes aumentarían, y cenar fuera se volvería más costoso, lo que llevaría a algunos consumidores a comer en casa. Esto reduce la actividad en los restaurantes y alivia la escasez de cocineros.

Si tenemos escasez de cajeros bancarios, las instituciones financieras pueden aumentar los salarios y capacitar a nuevos cajeros, o pueden alentar a los consumidores a usar la banca en línea.

Pero los conductores de camiones son una cuestión diferente, debido a que el transporte de carga es vital para la economía estadounidense. Y por una serie de razones, los conductores de camiones representan la limitación más preocupante para el crecimiento económico de EE.UU. en este momento.

La industria del transporte en camiones es única porque es el alma del traslado de bienes en todo el país, que representa el 70% del volumen de carga de la nación en peso. Si no hay suficientes camiones y conductores, se producirá una combinación de cosas: los envíos se retrasarán y los productores tendrán que pagar precios más altos para llevar los productos al mercado.

Los líderes de la industria se han quejado de una escasez de conductores durante algún tiempo, pero a diferencia de otras industrias que se han quejado de la escasez de trabajadores, tenemos pruebas reales tanto en las cifras de empleo como en la actividad empresarial de que la escasez está empezando a tener un impacto en la economía. La industria de la construcción se ha estado lamentando por la escasez de trabajadores durante años y, sin embargo, en los últimos 12 meses el empleo en la construcción ha crecido en más de 200,000 trabajadores. Puede que sea difícil encontrar trabajadores, pero la industria está resolviendo el problema.

No es el caso del transporte terrestre. El nivel de empleo en la industria de transporte en camiones, la categoría desglosada en el informe de empleo de la Oficina de Estadísticas Laborales, esencialmente no ha cambiado desde mediados de 2015. Este nivel coincide con el máximo alcanzado en el último ciclo económico en 2006.

Las empresas han destacado las limitaciones en el transporte de carga en sus conferencias telefónicas sobre los resultados del cuarto trimestre como responsables de los mayores costos operativos y menores márgenes de ganancia. Hershey señaló que su margen bruto ajustado se redujo en 180 puntos básicos, en parte, debido a los mayores costos de flete. Clorox dijo que los márgenes brutos caerán debido a los altos costos de transporte. La empresa de servicios alimenticios Sysco destacó lo mismo. Las tres son empresas de más de US$10,000 millones cuyas acciones cayeron bruscamente con la noticia.

No hay razón para pensar que la situación laboral en la industria del transporte por camión debería mejorar en el corto plazo. Todos en el negocio y los sectores de tecnología están hablando de un futuro de camiones autoconducidos, algo que difícilmente da a los potenciales conductores un incentivo para comprometerse con cursos de varias semanas con el fin de obtener una licencia de conducir para una industria que podría estar desapareciendo. En el corto plazo, los conductores de camiones deben pasar de registrar sus horas de servicio en papel para hacerlo electrónicamente a partir del 1 de abril o enfrentar sanciones, lo que puede reducir la capacidad de los choferes ya que no podrán seguir alterando sus horas de servicio en el papel para conducir por más tiempo.

Algunos economistas del mercado laboral están preocupados de que, aunque la tasa de desempleo declarada es baja, la relación empleo-población de trabajadores en la plenitud de su edad entre los 25 y 54 años todavía está moderadamente por debajo de los máximos de los dos últimos ciclos económicos, lo que sugiere que el mercado laboral todavía no está en su pleno potencial. Pero si no podemos encontrar conductores de camiones adicionales, esto pone una limitación sobre qué tipos de crecimientos económicos aún son posibles. Si alguien quiere abrir una nueva fábrica y encuentra los trabajadores para fabricar productos, pero el costo del flete es demasiado alto debido a la escasez de conductores de camiones, entonces ese negocio se vuelve antieconómico y la economía de EE.UU. tiene una producción perdida.

Esto aumenta los precios a gran escala: el riesgo es que la economía de "mover cosas" en EE.UU. se vuelva como intentar tomar un automóvil de un servicio de viajes compartidos después de la medianoche de Año Nuevo. Terminamos en una situación en que la demanda de fletes -todo, desde compañías que intentan enviar sus productos a grandes tiendas, hasta envíos de Amazon, restaurantes de comida rápida a la espera de los despachos, constructores de viviendas que reciben materiales de construcción- supera ampliamente la oferta. En tal situación, los precios se ajustan hasta que suben lo suficiente como para eliminar la demanda suficiente. Y parte de los consiguientes mayores costos de flete se traspasan a los consumidores, aumentando la inflación y haciendo que la Fed sea más agresiva a la hora de subir las tasas.

La tragedia de la situación económica actual es que un ciclo dominado por la promesa de un futuro automatizado impulsado por la tecnología puede terminar truncado por un problema de la vieja economía de muy pocos conductores humanos.