Foto 7 | Exenciones: La Casa Blanca, el Congreso, la justicia, la policía, el transporte aéreo, los servicios postales y los servicios considerados esenciales para la seguridad y la protección del país no se verían afectados. La investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible interferencia rusa en la campaña electoral de 2016 continuará.
Foto 7 | Exenciones: La Casa Blanca, el Congreso, la justicia, la policía, el transporte aéreo, los servicios postales y los servicios considerados esenciales para la seguridad y la protección del país no se verían afectados. La investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible interferencia rusa en la campaña electoral de 2016 continuará.

El Gobierno de Donald Trump está presionando a China para que reduzca su superávit comercial con Estados Unidos en US$ 100,000 millones, dijo una portavoz de la Casa Blanca, aclarando un tuit publicado la semana pasada por el mandatario.

Trump tuiteó el pasado miércoles que se pidió a China que desarrolle un plan para reducir su desequilibrio comercial con Estados Unidos en US$ 1,000 millones, pero la portavoz dijo que el presidente quería decir US$ 100,000 millones.

La portavoz de la Casa Blanca declinó a entregar más detalles sobre cómo le gustaría al Gobierno que China logre ese objetivo: si bastaría con mayores compras de productos estadounidenses, como soja o aviones, o si quiere que China haga grandes cambios a sus políticas industriales, reduzca subsidios a empresas estatales o disminuya más la capacidad en acero y aluminio.

La solicitud tuvo lugar en momentos en que el Gobierno de Trump estaría preparando aranceles a las importaciones de hasta US$ 60,000 millones a tecnologías de la información, firmas de telecomunicaciones y productos de consumo chinos como parte de una investigación estadounidense sobre prácticas chinas en derecho intelectual.

Tampoco está claro si la reducción solicitada de US$ 100,000 millones contemplaría quejas de Estados Unidos sobre las políticas de inversión chinas que en la práctica mandan a firmas estadounidenses a transferir tecnologías a socios chinos en emprendimientos conjuntos para lograr acceso al mercado.