Guerra comercial
Guerra comercial

Un economista que predijo con precisión el creciente conflicto comercial entre prevé ahora una posible solución el próximo año.

Se podría llegar a un acuerdo comercial en el 2019, ya que los aranceles comenzarán a , escribió la semana pasada en un informe el analista jefe de Danske Bank y economista con foco en China Allan von Mehren, justo antes de que el presidente tuiteara que las conversaciones con su homólogo chino, Xi Jinping, "avanzan muy bien".

Tras el tuit, el estratega estima un 60% de probabilidad de resultados positivos luego de la reunión Trump-Xi en la cumbre del G-20 en Argentina el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, lo que se compara con el 50% anterior, detalló a través de correo electrónico el jueves. Un resultado positivo sería la concreción de "un marco regulador claro para la negociación con una lista de demandas y un plan para abordarlas una por una".

El conflicto puede empeorar antes de llegar a un acuerdo, puesto que es probable que Trump amplíe los aranceles contra las importaciones chinas, explicó Mehren. EE.UU. anunciaría a comienzos de diciembre impuestos a los productos restantes de origen chino si las conversaciones en la reunión del G-20 no logran poner fin o aliviar la pugna comercial, afirmaron a Bloomberg personas cercanas al tema.

"La meta de Trump es un acuerdo y los aranceles no son más que un arma”, planteó Mehren. "Los aranceles y las represalias chinas también perjudicarán a la economía de EE.UU., por lo cual la situación no es sostenible".

Mehren destacó en un informe de diciembre del 2017 que el riesgo de un conflicto comercial durante el 2018 había aumentado y que EE.UU. podría tomar medidas en áreas como derechos de propiedad intelectual, aluminio y acero, con represalias por parte de China.

Desde entonces, EE.UU. ha aplicado gravámenes a US$ 250,000 millones en productos chinos importados. El empeoramiento de la pugna comercial ha llevado al yuan a su punto más débil frente al dólar en una década y se ha traducido en pérdidas de casi 20% del índice compuesto de Shanghái.

Las barreras para un posible acuerdo comercial se mantienen, ya que Pekín continuará impulsando su plan Made in China 2025, estrategia del Estado tendiente a estimular las industrias de alta tecnología del país, según Mehren.

Aún así, Trump podría verse obligado a llegar a un acuerdo si el conflicto empieza a perjudicar a la economía más grande del mundo y las compañías estadounidenses quedan al margen en el gigante asiático, advirtió.